Representantes de trabajadores y empleadores creen que reformas laborales no han tenido el éxito esperado

De junio del 2015 a junio del 2016, unas 85,000 personas a escala nacional perdieron su empleo, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Para evitar que aumente esa cantidad, el Gobierno impulsó la Ley de Optimización de la Jornada Laboral que, entre otras cosas, establece la opción de reducción del horario de trabajo.

En los cuatro meses de vigencia de esa ley, al menos 500 trabajadores se han acogido a esa modalidad, lo que significa que reciben un 25 % menos de su sueldo, según cifras del Ministerio de Trabajo. “Este era un tema excepcional y extremo”, dijo Leonardo Berrezueta, titular de esa cartera.

Édgar Sarango, presidente de la Confederación de Trabajadores del Ecuador, cree que la ley fue demagógica porque -a su criterio- no garantiza los derechos de los empleados frente a la situación económica del país. El representante de los trabajadores considera además que beneficia solo al sector empleador y que “las leyes fueron hechas al apuro”.

Sin embargo, los empresarios tampoco están contentos. El presidente de la Cámara de Comercio de Quito, Patricio Alarcón, dice que la reforma ha sido un fracaso. “Las empresas siguen reduciendo sus costos vía despido y no se estána cogiendo a la reforma”, dijo. 

La cifras del INEC también revelaron que de junio de 2015 a junio de este año, 300,000 personas están subempleadas, es decir, no tienen las mismas condiciones laborales que una persona en relación de dependencia.

Berrezueta por su parte justifica esta cifra: dice que esa incluye a personas que ganan menos del salario básico o que no está afiliado a la seguridad social pero que percibe algún tipo de ingreso. 

Según el Ministerio del Trabajo, 9.300 personas reciben el seguro de desempleo que entrega el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, este beneficio también consta en la reformas laborales.