Guayaquil, un romance con aroma cosmopolita

Guayaquil es una ciudad romántica por antonomasia, desde el espectáculo de luces en el que se convierte al caer el día, hasta su música popular con tinte de pasillo que sigue enamorando a todas las generaciones. 

El río Guayas y barrios como Las Peñas se vuelven cómplices a diario de nuevos amores y eternas uniones, su magia atrae constantemente a parejas que buscan ese aire dulce y romántico. 

Y es que los guayaquileños son detallistas por naturaleza, por eso en fechas como San Valentín hay un fuerte movimiento comercial. Rosas, peluches y arreglos especialmente diseñados para enamorar se toman las calles y principales centros comerciales de la ciudad, opciones para los románticos empedernidos. 

Además están las canciones que han jugado desde siempre un papel fundamental a la hora de enamorar. 

Para Miguel Cáceres, las canciones de grupos guayaquileños de antaño fueron cómplices de su más grande amor. “Música de la época, de Los Pasteles Verdes, de Los Corvets, esas canciones muy lindas, canciones de esa época, desde ahí estoy unido con mi esposa, es fantástico, estoy casado con la mujer que siempre he querido”, cuenta mientras la abraza.

Románticos y caballeros, así son los guayaquileños que se alían a los bellos recursos visuales y culturales de esta cosmopolita para cortejar. 

“Lo que hacía era escribir, antes había el sistema de correos y cartas, ella es de Santo Domingo y yo de Guayaquil, con eso ya declaras mucho amor”, comenta Cristóbal Salazar. 

Después del trajín comercial, del ritmo acelerado y el tráfico de negocios, la noche engalana a Guayaquil y la vuelven un destino ideal para los románticos, con parques iluminados, elegantes restaurantes y atractivos para disfrutar en pareja, como El Morgan, embarcación que recorre el río Guayas acompañado de música y una espectacular vista. Guayaquil lo tiene todo para enamorar.