16 jul 2014 , 04:57

Juan Soler, un villano enamorado de su familia

El argentino interpreta ahora a un villano en la telenovela "Reina de Corazones".

Después de interpretar a un chef amable y justo en “Marido en Alquiler”, el argentino Juan Soler decidió arriesgarse a ser un villano en “Reina de Corazones”, la nueva producción de Telemundo.

 

Siguiendo los pasos de su esposa, quien estuvo en la piel de una villana presidiaria en “Santa Diabla”, Soler asegura: “Estoy muy contento con (este papel). He hecho muchas telenovelas y tengo muchos protagónicos y necesitaba darle rienda suelta a esa maldad reprimida que tiene Juan Soler”.

 

Aquí lo veremos en la piel de un traficante de joyas. “No es un tipo que va por la vida matando o golpeando. Es un hombre que aprecia sus posesiones. No tiene la capacidad de enamorarse, solo posee las cosas. Eso lo hace muy interesante”, añade sobre este rol.

 

Soler, quien comparte créditos en esta historia con Eugenio Siller, Paola Núñez y Catherine Siachoque, admite que hacer de malo tiene sus ventajas: “Es mucho más divertido. El personaje antagónico puede reaccionar como se la plazca porque no tiene que hacer concesiones ni morales ni éticas. No tiene que quedar bien, no tiene que ser ejemplar. Puede contestar como quiera, matar cuando quiera”.

 

Según Soler, aunque esta historia se desarrolla en casinos y en la pantalla chica este mundo resulta fascinante, las apuestas no son su punto fuerte. Hace unos años fue con su esposa Maki a un casino de Las Vegas y la experiencia no fue muy excitante. “No sé jugar poker, ruleta, ni blackjack. Nos dimos una aburrida tal. No lo entendíamos”, recuerda. “Preferimos ir a espectáculos o cenar a restaurantes”.

 

Con su familia sí se ganó el premio mayor. Su esposa y sus dos hijas son su recompensa después de un largo día de grabación. “Me apoyan estando de muy buen humor siempre cuando llego a casa. Esperándome hasta la noche para darme un beso antes de irse a dormir. Mis hijas no se duermen hasta que yo no llego. Yo las llevo a la cama, las tapo, les apago la luz y le doy su besito”, cuenta el actor.  

 

Sobre su esposa añade: “Maki es divina. Siempre me prepara mi comida en la noche, mi cena. Siempre está ella espléndida esperándome. La familia que jamás soñé y jamás creí merecer, la tengo hoy”.

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