30 sep 2018 , 03:07

La gran noche de Karime Borja Ansaldo

La nueva Reina de Guayaquil trabajará por la salud mental de los niños.

Erguida y galante con su corona. Una mirada abanderada con un par de bellísimos ojos que deambulan entre lo azul y lo plomo. Centenares de sonrisas tan brillantes como su vestido. Así comenzó su reinado la nueva soberana de la ciudad.

Karime Widad Borja Ansaldo, de 20 años de edad y estudiante de psicología, fue coronada Reina de Guayaquil 2018 en el evento que se desarrolló en la fresca noche del sábado 30 de septiembre en la explanada de Museo Antropológico de Arte Contemporáneo (MAAC), en el malecón Simón Bolívar, en el centro de la urbe.

Al pie del río Guayas, testigo fluvial de tanta historia del Puerto Principal, la reina daba el pistoletazo a la suya: “Lo soñé desde chiquita y aquí estamos: a trabajar por la ciudad”. 

El viernes “le preguntaba a un amigo qué hago. ‘No sé, despiértate y sé reina”, contaba, en clave de emoción, portando la corona “Ensueño Turquesa”, elaborada en plata esterlina de 925 quilates. Su proyecto social, mencionó, va enfocado a la salud mental de los niños. 

 

Karime Borja

 

 

 

Erguida y galante con su corona

 

 

 

 

 

 

 

Karime fue una de las 18 aspirantes al cetro. Ellas compitieron desde las 19H00 del sábado en la gala que cerró y demostró la preparación a la que llegaron las jóvenes. Los videos trasmitidos en el certamen las mostraban siempre amables, impecablemente producidas y con una sonrisa a pedir de boca. 

La apertura fue marcada al son de “Guayaquil es mi destino”. Mientras las aspirantes lucían trajes blancos de Mariana Burgos, se entremezclaban y bailaban con pequeños del Centro de Arte Integral Reina de Guayaquil (Cairg). 

En las gradas, sus familiares y amigos se habían uniformado con su rostro en una camiseta blanca. Llegaron un par de horas antes a apoyar a su reina. Cuando se reúnen para la foto, no todos quieren salir. Eso sí, todos la apoyan, empezando por su madre, quien lo recalca sin ninguna pena.

Karime

Los presentadores del certamen mencionaron al extenso equipo de jurado, ante el que las concursantes debían desbordar su mejor imagen. Un audiovisual de agradecimiento enumeraba a los colaboradores del certamen, entre quienes se hallaba un psicoterapeuta.

Veinte minutos. La cantante Naiza y su cuerpo de baile enrumbaron el  primer desfile de las candidatas en traje azul de coctel, creaciones de Daniela Barriga.

Hubo, luego, tiempo para un video sobre la faceta solidaria de las aspirantes. Visitas a hospitales, fundaciones… En el escenario, el instante de la ternura infantil: un grupo de niños y niñas. Por primera vez, el coro del Cairg ante el público. Interpretaron “Que canten los niños”, ese recordado tema de José Luis Perales de 1986.

Al desfile en traje de gala, las 18 aspirantes lo bordaron con una combinación de actitud y glamour. Las confecciones nacieron de las manos de Fabricio Célleri, Nino Touma, Eduardo Villamar, Washington Robayo, entre otros. 

LEA: Karime Borja Ansaldo es la nueva Reina de Guayaquil

A la par, un rosario de pasatiempos de las jóvenes era leído por los animadores. “Gimnasio, ver series, ir al cine, cantar, ir al estadio, coleccionar monedas del mundo, pastelería, yoga, buceo, la dieta pescetariana (pescado u otros mariscos, pero no la carne de otros animales)”.

Pasadas las 20H00, varias de las concursantes al reinado recibieron cintas especiales. La de Amistad fue para Ámbar Orozco; la de Miss Fotogenia, para Nicole Perdomo; la de Mejor Pasarela, para María Paula Ortega…y Karime. Tres para Karime, tres para María Paula. 

La reina saliente Sonia Luna se despidió agradecida por todo lo vivido. La acompañaban también en la tarima la virreina 2017, María Mercedes Pesantes, y la Estrella de Octubre de ese año, Minyen Lee.

Finalistas

20:22. 6 finalistas y la emoción expresada en gritos. Sin ningún orden de importancia, recalcaba uno de los conductores: María Paula Ortega, Sofía Baquerizo, Karime Borja, Tiffany Oñate, Ana María Moya y Nicole Perdomo. 

Cuatro chicas con camisetas y pantalones negros corren despavoridas con ‘armas’ de belleza en mano para retocar a vuelo de pájaro a las aspirantes finalistas. Dos intervenciones musicales más para apaciguar los nervios del público: Jonathan Luna y Mar Rendón. 

Finalistas

Las preguntas, esa ronda que muchas veces atraganta de nervios a las candidatas, ha llegado. A María Paula le preguntaron qué opinaba de que los extranjeros hagan de Ecuador su hogar. Ella invitó a no ver esto como una problemática, sino que se vea como una forma de unirse para lograr un Guayaquil mejor. Sin embargo, trastabilla mientras habla. Los nervios la traicionan. La corona se le escapa.

A Sofía le tocó hablar sobre la apertura de mujeres transgénero en concursos de belleza. Ella dijo que una mujer transgénero le parece muy valeroso e increíble que alguien vaya con un mensaje de tolerancia, “algo que todos debemos aprender”.

“¿Cuál es el rol de tu generación para lograr un cambio positivo en la sociedad?”, le preguntaron a Karime. Ella respondió que su generación, la de los millennials, “ha dejado huellas porque ha brindado herramientas como la internet, que nos ha hecho abrir portales de microemprendimientos para que los jóvenes y mujeres se empoderen y rompan barreras”. 

A Tiffany le preguntaron si cree que estamos preparados tras el terremoto y los temblores vividos en el país. Ella expresó que “la naturaleza nos ha puesto a prueba y no estábamos preparados (…) Pienso que debemos prepararnos totalmente y hay que tomar esto con responsabilidad porque así podemos salvar vidas (…) Recordemos que un viaje de 1.000 millas está tan solo a un paso”. 

Ante la pregunta de si el guayaquileño respeta el medio ambiente, Ana María respondió que “la cultura ecológica es algo que ha ido incrementando a través de los años gracias a las nuevas generaciones y las organizaciones que nos han provisto de sensibilización hacia la naturaleza. El derecho de respetar la naturaleza es un derecho y deber de todos los ciudadanos”. 

Nicole respondió sobre si estaba de acuerdo acerca de que en los libros de educación primaria se incluya información de identidad de género. “En los libros para los niños hay que incluir sobre la identidad de género, pero siempre y cuando teniendo un enfoque correcto. A los padres, los invito a que desde casa les enseñen a sus hijos a que todo, desde casa, es valorarlos, cuidarlos, respetarlos”.

De las 6 aspirantes, Nicole Perdomo quedó como quinta finalista, Tiffany Oñate, segunda; y Ana María Moya, primera finalista. 

 

Finalistas

 

 

Posteriormente, María Paula Ortega fue nombrada Estrella de Octubre. Clímax en las barras. Gritos, vivas y el sonido de cornetas resonaban como preludio de lo que para los familiares y las dos chicas era la gran noche. 

Solo quedaba saber quién era la nueva Reina de Guayaquil. Uno de los presentadores insistía en que había llegado el momento que el público esperaba y el que “cambiará el rumbo de todas ellas, porque el trabajo de una reina es simplemente increíble”.

 

Finalistas
Foto: ecuavisa.com

 

Tomadas de las manos, Sofía Baquerizo y Karime Borja aguardaban el veredicto del jurado. Tensión vestida de gala. Finalmente, se nombró a Sofía como virreina, lo que significaba que la reina de Guayaquil 2018 era Karime Borja. Jubilo en la barra de la estudiante de 20 años de edad. 

Tras el respectivo abrazo con la nueva virreina del Puerto Principal y ya coronada son su aureola de soberana por parte de su antecesora Sonia Luna, Karime se entregó a los micrófonos, a las grabadoras y a las cámaras. Era su noche, su comienzo. 

Entre el tumulto de familiares, amigos y periodistas que trepó, con la velocidad de un rayo, la tarima, la aguardaba su padre. Saco negro y brazos cruzados ocultando apenas la camiseta celeste con blanco que tiene grabada la foto de su hija, entonces meramente candidata. Karime y la prensa se deshacen hablando. 

Papá aguarda. Su mirada es de una contemplativa dulzura, de esas que los progenitores arrojan tan mágicamente cuando tienen a su bebé en brazos. Le abren paso para que pueda apapachar a la nueva reina. Su reina. Se funden en un amor que queda perpetuado ante los flashes.

De allí, le seguirán muchas fotos. Muchas. Su tío Pablo Mario Ansaldo, exfigura de la TV y comediante, dice que a la familia solo le hacía falta una reina. Piden ya tomarse una foto entre ellos. La logran sacar del círculo de periodistas que la ha resguardado desde el instante de la coronación. Se arremolinan. No ha llorado, como a muchos nos dicta el imaginario sobre una beldad que asciende al trono. Posa cálida, sonriente y radiante. Su reinado en un nene en pañales arropado por la brisa del Guayas.

 

 

Finalistas

 

 

 

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