Gwyneth Paltrow le teme al botox

La actriz confesó: 'Lo intentaré todo, menos el botox, no volveré a ponérmelo jamás porque cuando lo hice se me quedó cara de loca'

Gwyneth Paltrow ha explicado que cuando se inyectó la famosa toxina botulínica para eliminar sus arrugas se le quedó "cara de loca" y desde entonces ha jurado mantener su piel joven sin emplear más que métodos naturales.

"Me da mucho miedo recurrir al bisturí, pero quién sabe lo que haré, pregúntamelo de nuevo cuando tenga 50 años. Lo intentaré todo, menos el bótox, no volveré a ponérmelo jamás porque cuando lo hice se me quedó cara de loca. ¡Parecía Joan Rivers!", explicó la intérprete a la edición estadounidense de la revista Harper's Bazaar.

La actriz de 40 años y madre de dos hijos con el cantante Chris Martin admitió que a veces lo pasa francamente mal por seguir con su estricto plan de vida sana y confesó que de vez en cuando se permite un cigarrillo a la semana.

"Creo que se tiene que hacer un mix. Me refiero a que compro productos orgánicos pero al mismo tiempo me hago un tratamiento con láser. Eso es lo que hace que la vida siga siendo interesante, encontrar ese equilibrio entre fumar y comer tofu", explicó la guapa actriz.

Gwyneth no es reacia a emplear nuevas técnicas de belleza como el tratamiento con láser, de nombre Thermage, al que recurrió hace meses y con el que lo pasó muy mal. Sin embargo, confesó que está dispuesta a sufrir si con ello consigue verse más guapa.

"Salí a cenar justo después del tratamiento y no es que no pudiese aguantar el dolor pero era muy intenso. Parecía como si me estuvieran golpeando en la cara con una correa de goma que tuviera una corriente eléctrica. Pero volvería a pasar por ello, porque parecía que me hubiesen quitado cinco años de encima", se sinceró.