28 ago 2018 , 07:00

Las confesiones de Paúl Ruiz para ser el maestro pokémon

El ecuatoriano de 28 años desmitifica todos los esteriotipos de un gamer.

Paúl Ruiz aún está sorprendido. Su teléfono suena a cada rato, son los medios que lo llaman. Quieren conocer su historia. 

 

"Creéme que aún no se cómo manejar esto. A veces siento que se me escapa de las manos", dice mientras se prepara para dar la entrevista a ecuavisa.com

 

Ruiz llegó el lunes a Guayaquil tras ser campeón mundial de Pókemon y desde ahí no ha parado. 

 

"Llegué, fui a mi casa, me bañé, cambié y directo al trabajo". A duras penas pudo dormir la noche anterior ya que la pasó en un aeropuerto esperando su conexión a Ecuador. 

 

Es su segundo día desde el gran logro, recién pudo sacar el trofeo de la caja, y ya ha dado 3 entrevistas con una docena más pendientes. "Nunca pensé que iba a tener tanta repercusión, creí que solo el mundo gamer iba a estar interesado", afirma.

 

Es que su subcultura, cómo todas, tiene estereotipos negativos. Incluso reveló que ha recibido insultos y opiniones adversas por su título. "Creen que uno es vago y solo pasa jugando todo el día, pero soy profesional, tengo una vida".

 

El joven de 28 años está casado, es ingeniero en sonido y trabaja en Ecuavisa. "Yo entendí que si quería dedicar tiempo a esto tenía que hacerlo con responsabilidad".

 

Eso sucedió en 2015, cuando participó en su primer torneo oficial realizado en Colombia en diciembre de ese año. Terminó quinto y dijo "esto es lo mío". Pero para ese buen debut, tuvo que investigar mucho sobre la modalidad de juego, los Pokémon, y jugar en línea, ese aprendizaje comenzó en 2012.

 

 

Paúl tiene un poco más de 3 años de casado, por lo que cuando ya empezó con los torneos, tenía un hogar que cuidar. "Yo recibí el apoyo instantáneo de mi esposa desde que me dediqué en serio a esto y como una persona responsable debí generar un equilibrio para no sacrificar mucho el tiempo a dedicar a mi familia, ella fue parte de ese equilibrio", explica.

 

"Ella me ha acompañado en algunos viajes, estuvo conmigo en Australia y me acuerdo siempre que ahí me dijo 'tú eres un ganador' y me dio mucho ánimo, nunca me olvidaré de las palabras que me dijo", agrega mientras mantiene su semblante tranquilo y analítico. 

 

Pero eso no es el único desafío al que se enfrentó el flamante monarca mundial de Pokémon, sino a los continuos viajes que muchas veces tuvo que pagarse él. "Cuando empiezas desde cero tienes que pagarte todo con tu dinero", recuerda. Pero desde 2017 la empresa organizadora da de premio, a los 4 mejores posicionados de cada región, viáticos para los torneos más grandes, de eso se aprovechó Paúl.

 

"Viajé a Australia en 2017 con todo pagado, luego viajé también a Brasil con todo pagado y este año me gané ir gratis al mundial", cuenta. Pero para eso tuvo que viajar con su dinero, a semana seguida, a Cancún, Santiago de Chile y Medellín, en los tres torneos terminó segundo.

 

Las competencias se realizan fines de semana por lo que eso significó para él, viajar, jugar, viajar de regreso e ir a trabajar. En eso trayectos muchas veces no tenía tiempo ni para dormir. "Me ha tocado llegar de viaje a las 6 de la mañana y a las 8 estar jugando".

 

Pero todo valió la pena, este domingo Ruiz se consagró como el primer latinoamericano en ser campeón mundial de Pokémon, superando lo que había logrado el año anterior cuando fue también el primer latino en llegar a semifinales de este torneo. Hasta ahora solo habían ganado el evento, que tiene 10 años, japoneses, estadounidenses y un italiano.

 

Ahora Ruiz disfruta la gloria, lo más importante para él. En su futuro hay muchos proyectos profesionales y una pausa a su etapa gamer.

 

El verdadero premio

 

Mientras la conversación fluye es inevitable preguntarle sobre cuál fue la recompensa por ser el mejor jugador de Pokémon del mundo. Paúl se ríe y luego aclara "no gané $25.000 cómo dicen, creo que eso obtuvo el que fue campeón del juego de cartas". "El premio real fue de $10.000, pero me lo dan después de meses y con los intereses restados", agregó Ruiz quien mantiene su sonrisa.

 

Además, recibió souveniers de la empresa como un tapete para el juego de cartar, un trofeo, máspequeño, gorras, etc...

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