09 dic 2013 , 12:18

La seguridad del Mundial de Brasil bajo lupa por actos violentos

El partido entre el Atlético Paranaense y Vasco da Gama registró graves agresiones entre hinchas.

Muy grave fue lo que ocurrió este domingo en Brasil. El partido entre el Atlético Paranaense y Vasco da Gama registró gravísimos enfrentamientos entre hinchas de ambos clubes. Cuatro aficionados quedaron seriamente heridos tras la salvaje pelea que se produjo en las gradas del estadio Arena de Joinville cuando apenas se llevaba un cuarto de hora de partido.

 

La pelea se produjo ante la ausencia absoluta de Policía, ya que, en versión de esta, "se consideraba un evento privado del club". La falta del típico cordón policial que separa a ambas aficiones propició que los hinchas locales atacaran las posiciones de los visitantes, registrándose imágenes impactantes de puñetazos y patadas que han dado la vuelta al mundo.

 

Una vergüenza absoluta que sonroja al país que en apenas seis meses albergará el Mundial. De hecho, la ciudad donde se celebró el partido, Santa Catalina, está a escasos 100 kilómetros de una de las sedes oficiales del Mundial, Curitiba

 

Lo más lamentable del caso es que, tras una hora de parón del partido por estos incidenetes, el choque se reanudó, una vez que la Policía entró en el recinto y garantizó al colegiado la seguridad de aficionados y jugadores.

 

El choque era de vital importancia para ambos equipos, pues el Atlético Paranaense debía empatar, al menos, para lograr plaza en la Copa Libertadores, mientras que el histórico Vasco, uno de los cuatro grandes de Río, estaba jugándose nada más y nada menos que el descenso.

 

El partido se jugó, tras esa hora de receso, de forma normal. Obviando, por ejemplo, que incluso un helicóptero sanitario tuvo que ingresar al campo para evacuar a los cuatro heridos más graves, dos hinchas locales y otros dos visitantes.

 

Los rumores empezaron a circular e incluso en algún momento llegaron noticias de un fallecido. Sin embargo, el responsable del hospital de Santa Catalina donde fueron atendidas las víctimas confirmó que los heridos estaban, en un principio, fuera de peligro.

 

Las imágenes de los incidentes afectarán gravemente a la credibilidad de la seguridad de la próxima Copa del Mundo, si bien ni el estadio ni la ciudad donde ocurrieron los incidentes participarán en el certamen. Pero la confianza, más allá de que al final no hubiera fallecidos, sí deberá ser restaurada en un país sobre el que se posa la sospecha de la mala organización y de la falta de seguridad.

 

Los incidentes se produjeron debido a la falta de policías en el estadio, ya que los uniformados estaban concentrados en las afueras del escenario. "Es un evento privado y la seguridad tiene que ser garantizada por los guardias privados contratados por el Atlético Paranaense. Nosotros éramos responsables por la vigilancia externa", afirmó el portavoz de la Policía Militarizada, Adilson Moreira.

 

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