28 mar 2018 , 06:03

Rusia en alerta por gritos racistas contra jugador francés

Ousmane Dembélé sufrió gritos racistas en el amistoso ante Rusia.

Durante el partido amistoso ganado el martes por Francia ante Rusia (3-1) en San Petersburgo se escucharon gritos de mono y el país anfitrión del próximo Mundial (14 junio-15 julio) vuelve a ver cómo la sombra del racismo amenaza con empañar su gran fiesta futbolística.

 

"¿Soy yo o se están escuchando gritos de mono cuando Pogba toca el balón?": varios usuarios franceses de Twitter coincidían en sus comentarios en el minuto 73 del partido.

 

Las onomatopeyas características se escuchaban con claridad durante la retransmisión del partido por la televisión TF1. Además de Pogba, el atacante francés Ousmane Dembélé fue objetivo de los gritos de mono en el momento de lanzar dos saques de esquina, constató un fotógrafo que estuvo en el partido.

 

El estadio de San Petersburgo había sido ya el escenario de un "comportamiento racista", según la terminología de la UEFA, durante un partido de la Europa League entre el Zenit y el RB Leipzig alemán el 15 de marzo. El caso debe ser todavía estudiado por la instancia disciplinaria de la confederación europea, el 31 de mayo.

 

"El racismo no tiene su sitio en los terrenos de fútbol. Debemos actuar de manera concertada en un plano europeo e internacional, para hacer que paren esos comportamientos inadmisibles", declaró el miércoles la ministra de Deportes francesa, Laura Flessel, en su cuenta de Twitter.

 

Los jugadores afectados no emitieron reacciones después del partido, ni ante los periodistas ni en las redes sociales, mientras que el responsable de prensa de la selección de Francia, Philippe Tournon, explicó "no haber escuchado nada desde el banquillo, ni luego entre los jugadores en los vestuarios".

 

Presente el martes en la grada de San Petersburgo, Ronan Evain, presidente de la red europea de hinchas Football Supporters Europe (FSE), no escuchó tampoco los gritos de mono, "igual que otros observadores".

 

"Parece que fue un incidente relativamente aislado", explicó. "Cuando son 200 personas en un estadio, entonces ya es más fácil de identificar", subrayó.

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