21 mar 2013 , 11:48

Boateng y Vieira piden en la ONU poner fin al racismo en el deporte

El jugador del AC Milan Kevin-Prince Boateng y el excapitán de la selección francesa Patrick Vieira pidieron hoy en la ONU poner fin al racismo en el deporte, con motivo de la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial.   Las Jornadas Internacionales para la Eliminación de la Discriminación de la ONU tienen este año el lema: "Deporte y racismo: demos una patada a los perjuicios".  

El jugador del AC Milan Kevin-Prince Boateng y el excapitán de la selección francesa Patrick Vieira pidieron hoy en la ONU poner fin al racismo en el deporte, con motivo de la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial.

 

Las Jornadas Internacionales para la Eliminación de la Discriminación de la ONU tienen este año el lema: "Deporte y racismo: demos una patada a los perjuicios".

 

"El racismo no es algo que pertenezca a la historia o que sólo ocurra en países lejanos. El racismo es real, y existe aquí y ahora. El racismo puede ser encontrado en las calles, en el trabajo y en los estadios de fútbol", manifestó Boateng en un debate patrocinado por la ONU sobre "Racismo y deporte" en Ginebra.

 

El futbolista del AC Milan, de origen ghanés, fue invitado a este acto después de que el pasado 3 de enero abandonara un partido amistoso contra el Aurora Pro Patria, un equipo de la cuarta división italiana, debido a los insultos racistas que profirieron algunos de sus aficionados contra varios jugadores de color.

 

"Apoyo la decisión que tomó Boateng porque es un lección de valentía ante los ataques racistas en un partido. El racismo es inaceptable. Es un crimen que no tiene lugar en ningún evento deportivo", agregó Vieira.

 

El futbolista del AC Milan explicó que durante mucho tiempo en su vida simplemente no quería hablar de racismo y trató de ignorarlo, "pero si no te enfrentas a él, el racismo no desaparece sino que se extiende".

 

En este sentido, el exjugador de la selección francesa manifestó que ignorar al racismo no lo hará desaparecer, "por lo que todas las partes concernidas: futbolistas, propietarios de clubes, directivos y aficionados deben actuar para poner fin de forma conjunta a esta vergüenza, que es el racismo en el fútbol".

 

"No podemos permitir que el racismo se extienda justo delante de nuestros ojos. Los estadios de fútbol están llenos de gente joven y no podemos consentir que los jóvenes, que aún están sanos, queden contaminados por uno de los virus más peligrosos de nuestro tiempo", reclamó.

 

Por su parte, la alta comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Navi Pillay, también presente en el acto, señaló que el deporte es generoso y multicultural, y está basado en valores como el trabajo en equipo, la lealtad, el mérito o el autocontrol.

 

"Sin embargo, el mundo continua presenciando actos desagradables durante los eventos deportivos, que incluyen saludos nazis, insultos o cánticos ofensivos. Este tipo de actos no tienen lugar en el siglo XXI", dijo.

 

"El racismo es una gran violación de los derechos humanos, es un crimen y debe ser tratado como tal por las autoridades deportivas. Urjo a estas autoridades y a los patrocinadores a asumir su máxima responsabilidad para anticipar y tratar el racismo en el deporte de una forma decisiva y ejemplar", sentenció Pillay.

 

La alta comisionada se congratuló de la acción llevada a cabo por el jugador del AC Milan al decidir abandonar el terreno de juego como reacción al racismo.

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