30 mar 2015 , 05:13

Futbolistas no tocan balón en protesta por falta de pagos

El encuentro fue válido por la segunda división del fútbol español.

En el fútbol español también existe crisis económica y quedó evidenciado en la protesta de los jugadores en el partido entre Cartagena y Lucena, que se negaron a tocar el balón y prefirieron arrodillarse en el campo y dar la espalda a los directivos.

 

El encuentro quedó marcado por la imagen de los dos equipos de ña segunda división de España protestando por los impagos que sufren por parte de sus directivas, y es que ya son algunos meses los que no han cobrado los futbolistas.

 

En un gesto "de rabia, de indignación y de dignidad", según detalla la prensa española ninguno de los 22 futbolistas luchó por la pelota en el arranque del partido, y los 11 jugadores del Lucena se arrodillaron sobre el césped mientras sus rivales se abrazaron, dando la espalda a los dirigentes en señal de protesta. 

 

El estadio de Cartagonova expresó su respaldo a los jugadores exigiendo la dimisión de la directiva del Cartagena.

 

Los jugadores buscaban que alguien pensara en las penurias que están pasando, llegando algunos a tener una situación tan difícil que ni siquiera tienen para comer en sus hogares.

 

La situación de ambos equipos es cada vez más difícil y peligran con el fantasma de la desaparición, y se apunta directamente a ambas directivas como las culpables de la situación.

 

Según integrantes de la plantilla, en el Lucena la culpa los problemas financieros la tienen Eduardo Bouzón y Javier Martí, presidente y vicepresidente del club, y afirman que "desde que llegaron en verano este club es una ruina. Son unos mentirosos, estamos hartos". 

 

Los jugadores y el cuerpo técnico se han visto obligados a vender abonos por su cuenta en la plaza del pueblo para poder comer, ya que desde noviembre no cobran un centavo de la dirigencia.

 

En el Cartagena en cambio, una empresa, Sporto Gol Man 2020, llegó este verano para hacerse cargo del club y desde ese instante, "todo ha sido un esperpento. Hasta el punto de fichar a un entrenador, Julio César Ribas, y tenerlo trabajando sin contrato, con un visado de turista".

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