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Una de las señales más contundentes de la preocupación en los mercados británicos ha sido el derrumbe
Desde el referendo del 23 de junio, la libra ha caído de 14% en relación con el dólar.
La preocupación entre los inversionistas por la salida del Reino Unido de la Unión Europea lejos de cesar sigue viva y golpeando a la libra esterlina.
Este miércoles en los mercados asiáticos la moneda británica llegó a su cotización frente al dólar más baja en 31 años: US$1,2798.
Luego se recuperó ligeramente para alcanzar US$1,2929, pero los expertos no descartan nuevas caídas luego de que el Banco de Inglaterra admitiera que ya se estaban cristalizando algunos de los riesgos del Brexit.
Desde que se dio a conocer el resultado del referendo del 23 de junio, la libra ha caído alrededor de 14% en relación con el dólar.
Los rendimientos de los bonos estadunidenses también cayeron para registrar un mínimo histórico debido a que los inversionistas se han apresurado a proteger su dinero.
Las últimas caídas son el resultado de las decisiones de gestores de fondos de inversiones como Standard Life y Aviva para evitar que los inversionistas retiren su dinero de los fondos de propiedad del Reino Unido.
Dichas compañías aseguran que los altos niveles de incertidumbre causados por el referendo habían hecho que los inversionistas se apuraran a retirar su dinero.
Y la advertencia hecha el martes por el Banco de Inglaterra le echó más leña al fuego.
El pesimismo también ha sido alimentado por la información más reciente que se tiene sobre el sector de los servicios del Reino Unido y una caída de las órdenes de la industria de la manufactura estadounidense.
"Más incertidumbre"
Los mercados financieros fueron sacudidos por el Brexit, con trillones de dólares perdidos en los mercados de valores mundiales y con monedas, como la libra, sufriendo caídas.
Se había registrado una cierta recuperación gracias a especulaciones de que los bancos centrales impulsarán medidas de estímulo para estabilizar los mercados.
Sin embargo, los inversionistas ahora enfrentan más incertidumbre después de que el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, quien promovió la permanencia de su país en la Unión Europea, anunció su renuncia.
La decisión británica de retirarse de la Unión Europea (UE) ha generado una mezcla colosal de señales confusas en torno a la dirección de la economía y de la política de ese país y se ha sentido en los mercados financieros.
El partido conservador ahora tiene el desafío de elegir a su nuevo líder, quien se convertirá en el nuevo primer ministro.
Como consecuencia, se ha registrado una carrera para comprar deuda gubernamental (otro refugio de inversión) de ciertos países.
Se incluye bonos de 10 años de Estados Unidos, Reino Unido, Suiza y Alemania, que han visto caer sus rendimientos a récords históricos.
Rendimientos de los bonos gubernamentales de los bonos australianos y japoneses también han caído a niveles históricos.
Demandas altas tienden a subir los precios de los bonos y cuando los precios suben, sus rendimientos caen.
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