19 dic 2015 , 10:23

Cómo enfrentar los grandes rechazos en el trabajo

A menudo, los mejores líderes experimentan grandes rechazos antes de llegar a la cima.

Cuando Cheryl Bachelder asumió el cargo de presidenta de la cadena de comida rápida KFC en 2001, obtuvo el trabajo que había sido la meta de su vida.

 

En tres años, después de lo que ella misma describió como 14 meses de "terribles" ingresos, Bachelder se halló desempleada por primera vez en su carrera.

 

Había sido despedida.

 

"En ese momento, te molestas y buscas culpables", recuerda Bachelder. "Hubo un punto en el que realmente no podía dejar de pensar y hablar sobre eso".

 

Bachelder se cambió a la consultoría. Pasó más tiempo con sus hijos. Trabajó en los consejos de administración de grandes empresas, entre ellas el mayor rival de KFC, Popeyes Louisiana Kitchen.

 

Y, sobre todo, descubrió que no debía culpar a otras personas por su despido.

 

En 2007, la junta administrativa de Popeyes eligió a su nuevo director general. Bachelder obtuvo el cargo más alto dentro de la empresa y dijo que estaba decidida a aprender de sus errores del pasado.

 

"Simplemente tuve una mejor idea de mis convicciones y de lo que significaba el éxito", dijo Bachelder.

 

"Me di cuenta de que la verdadera prueba para un líder no era saber si yo era exitosa, sino si podía ayudar a la gente de mi entorno a alcanzar el éxito".

 

Caer y volver a levantarse

 

El nuevo enfoque funcionó.

 

Cuando Bachelder tomó el mando, Popeyes llevaba siete años en los que las ventas habían caído, y sus restaurantes y menús no lograban atraer a los clientes.

 

Una persona hundiendo la cabeza en una pelota inflable gigante

La técnica del avestruz tampoco va a hacerte ningún favor.

 

Pero una vez que Bachelder se hizo cargo, Popeyes aumentó sus ingresos seis años seguidos, abriendo nuevas tiendas en todo el mundo, mientras que otras cadenas de comida rápida, como Mc Donald’s y Burger King, tenían dificultades.

 

Recuperarse tras un despido y volver a alcanzar la cima es un reto al que no todos los gerentes necesitariamente tienen que enfrentarse.

 

Pero muchos de quienes ocupan altos cargos se encontrarán con alguna forma de rechazo profesional a lo largo de sus carreras.

 

Y puede darse de muchas formas, desde ascensos fallidos, hasta recortes presupuestarios, proyectos de alto perfil o clientes que se trasladen a otro departamento o compañía.

 

A menudo, los mejores líderes han experimentado grandes rechazos, y quizás vergüenza pública, antes de llegar al punto más alto.

 

"Si ocupas un puesto en la gerencia, un rechazo es algo que definitivamente va a suceder", dice Sherry Thatcher, profesora de gestión empresarial en la Escuela de Negocios Darla Moore, de la Universidad de Carolina del Sur, EE.UU.

"Cuando eso pasa, es importante entender cada rechazo como una oportunidad".

 

Cómo reaccionar

 

Para el gerente que acaba de enfrentarse a un rechazo, el primer paso es darse cuenta que no se trata siempre sobre uno mismo.

 

"Si no conseguiste el ascenso o no fue aprobado el nuevo proyecto en tu presupuesto, es fácil entender el rechazo como un juicio sobre tu liderazgo, en lugar de verlo como un contratiempo y tener en cuenta todos los demás factores que llevaron a la toma de esa decisión", dice Thatcher.

 

"Siempre hay una sensación de que eso no me va a ocurrir a mí: si soy lo suficientemente inteligente y trabajo lo suficientemente duro, estaré a salvo", explica Thatcher. "Así no es realmente cómo funciona el mundo".

 

Cheryl Bachelder

Cheryl Bachelder aprendió de sus errores.

 

"Tal vez la parte más difícil del rechazo para un directivo es asimilar las percepciones profesionales", dice JP Pawliw-Fry, presidente y cofundador del Instituto de Salud y Potencial Humano de Ontario, Canadá.

 

La persona que no haya conseguido el ascenso sentirá que sus compañeros y empleados lo están juzgando y, lo que es peor, que están menospreciando su valor.

 

"Sin lugar a dudas, esas emociones pueden ser difíciles, a menudo tan duras como la muerte de un familiar", dice Pawliw-Fry.

 

Buscar un consejero, alguien con quien hablar sobre lo sucedido, es fundamental.

 

Para un directivo, es también muy importante tener en cuenta la percepción del público en cuanto a cómo reaccionas.

Esos momentos cruciales –esa llamada telefónica con malas noticias o el momento en el que el director de recursos humanos te entrega el paquete con la indemnización- serán también difíciles de olvidar.

 

Aprender de lo malo

 

"Nuestros cerebros suelen sentirse afectados por situaciones de gran presión en nuestra memoria, mucho más que por buenos momentos. Es nuestra manera de aprender sobre lo que salió mal", asegura Pawliw-Fry.

 

"La clave, entonces, es aprender de esos momentos y comenzar a pensar en lo que viene después", dice Pawliw-Fry.

 

Ten en cuenta que Steven Spielberg fue rechazado tres veces de escuelas de cine, o que Oprah Winfrey fue despedida de su primer trabajo como presentadora de televisión.

 

"Después de aceptar lo que pasó, la clave es seguir siendo auténtico", dice Thatcher.

 

"Si tu eres el gerente de un departamento y acabas de ser rechazado para un ascenso, sé consciente de que has sufrido un revés".

 

"Si no lo haces, tus empleados pensarán que estás enfadado y listo para abandonar el barco, lo cual podría afectar a su rendimiento y ser reflejado negativamente en ti, como jefe".

 

Vuelta a la cima

 

Para Bachelder, "la experiencia de ser despedido me enseñó una nueva manera de dirigir".

 

Cuando se unió al equipo de Popeyes, su meta principal como líder era conseguir que los empleados lograran el éxito, en lugar de preocuparse sobre su éxito personal.

 

Una persona saltando en una cama elástica

La clave está en saber levantarse de la caída.

 

"Les pregunto a mis empleados: ¿Por qué estás aquí? ¿Cuál es el objetivo de tu puesto?", explica Bachelder.

 

"Una vez que se dan cuenta de por qué van a trabajar, es mucho más fácil señalar su propósito y cómo obtener el éxito".

 

Bachedler relata su fracaso en KFC y su cambio de rumbo en Popeyes en el libro Dare to Serve ("Atrévete a servir").

Asegura que está segura de que no podría haberse dado cuenta del éxito en Popeyes sin haber pasado antes por el rechazo de ser despedida.

 

"Las pruebas en mi vida son totalmente responsables de cualquier éxito que he tenido", nos cuenta, en entrevista telefónica.

 

Si eres un gerente que está lidiando con el rechazo, el mensaje es claro: algún día serás lo suficientemente fuerte gracias a él.

 

Lee la historia original en inglés en BBC Capital

Temas
Noticias
Recomendadas