Mitos y verdades sobre adelgazar: el ejercicio y el metabolismo no son la clave
La obesidad se consolida como uno de los mayores desafíos de salud pública en la actualidad. De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 el 43% de los adultos de 18 años o más tenía sobrepeso y el 16% padecía obesidad, lo que equivale a una de cada ocho personas en el mundo.
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En este contexto, el científico nutricionista Kevin Hall y la periodista especializada en salud Julia Belluz analizaron en su libro Food Intelligence qué estrategias realmente funcionan y qué mitos persisten en torno a la pérdida de peso.
¿Cuál es la mejor forma de perder peso?
Uno de los mitos más extendidos es que el ejercicio intenso es la clave para adelgazar. Hall estudió durante años a participantes del programa estadounidense The Biggest Loser, quienes entrenaban más de tres horas diarias. La conclusión fue contundente: no había relación entre la cantidad de ejercicio y la pérdida de peso, siendo la reducción calórica de la dieta el elemento determinante.
Investigaciones recientes publicadas en JAMA Internal Medicine refuerzan este hallazgo: distintos tipos de actividad física no generaron diferencias significativas en el descenso de peso, en comparación con el ajuste de la alimentación.
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Otro mito común atribuye el sobrepeso al “metabolismo lento”. Belluz comprobó personalmente que su gasto energético estaba dentro de lo esperado según edad, sexo, peso y altura, lo que desmonta la idea de que las personas con obesidad queman menos calorías. De hecho, estudios citados por Harvard Health Publishing muestran que quienes tienen más peso tienden a gastar más energía que aquellos con un índice de masa corporal más bajo.
El verdadero factor clave, según Hall, es el entorno alimentario: la oferta masiva de productos calóricos, los tamaños crecientes de las porciones y el bajo costo de los alimentos ultraprocesados favorecen el consumo excesivo.