01 jun 2012 , 09:27

ONU vota por investigar matanza en Siria, Ecuador se abstuvo

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó hoy, viernes, por amplia mayoría una resolución en favor de una investigación "integral, independiente y sin restricciones" de la masacre perpetrada en la localidad siria de Hula, donde el pasado 25 de mayo murieron un centenar de civiles.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó hoy, viernes, por amplia mayoría una resolución en favor de una investigación "integral, independiente y sin restricciones" de la masacre perpetrada en la localidad siria de Hula, donde el pasado 25 de mayo murieron un centenar de civiles.

El texto fue aprobado con 41 votos a favor, tres en contra los de China, Rusia y Cuba, y dos abstenciones, por parte de Ecuador y Uganda.

La resolución condena "el escandaloso uso de la fuerza contra la población civil, que viola el derecho internacional" e insta al Gobierno de Damasco a "poner coto a la violencia en todas sus formas, incluido el cese del empleo de armamento pesado en poblaciones".

La tarea de investigar lo ocurrido recaerá en la comisión internacional auspiciada a finales de 2011 por este mismo Consejo, que "en la medida de lo posible deberá identificar públicamente a quienes parezcan responsables de estas atrocidades y preservar las pruebas de crímenes que sirvan para futuros procesos criminales".

La Comisión, que preside el brasileño Paulo Sergio Pinheiro y que hasta la fecha no ha recibido autorización de Damasco para visitar el país, deberá informar de sus pesquisas al Consejo, durante un encuentro que celebra entre el 18 de junio y el 6 de julio.

Este grupo de trabajo no contará con asignaciones ni recursos adicionales para realizar su labor, que debe esclarecer las circunstancias y los autores de una matanza, entre cuyas víctimas se cree que figuran numerosas mujeres y al menos 49 niños menores de 10 años.

La resolución, planteada por Catar, Turquía y Estados Unidos, y respaldada por la Unión Europea (UE), condena un ataque que en opinión de la misma "incluyó asesinatos gratuitos de civiles acribillados a bocajarro" y que se atribuye a "elementos partidarios del régimen".

El texto hace una referencia a la necesidad del "cese de la violencia, en todas sus formas y por todas las partes", única referencia a los actos de violencia de los grupos armados de oposición.

Fue la adopción de esta fórmula general lo que indujo al rechazo de la misma por parte de los tres países citados, que criticaron el hecho de que se atribuya la responsabilidad del conflicto solo al Gobierno.

La novedad del texto es que se invita por primera vez al enviado especial conjunto de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, a informar al Consejo de sus esfuerzos para aplicar su plan de paz de seis puntos durante la próxima sesión.

Esta posibilidad, que esta misma semana descartó el "número dos" del enviado, Jean-Marie Guéhenno, fue criticada por chinos, rusos y cubanos, por considerar que excede las competencias del Consejo y pone en peligro la delicada misión del diplomático ghanés.

El representante ruso fue el más contundente al manifestar que la resolución "es desequilibrada y tendenciosa", y criticar que no se incluya una condena del terrorismo tras los atentados de las últimas semanas en distintas ciudades sirias.

Rusia consideró desproporcionado acusar a Damasco de violaciones de los derechos humanos y no hacer lo propio con "las acciones de bandidos y terroristas que han atentado en las ciudades sirias, asesinando a centenares de personas".

China, por su parte, dijo que apoya la investigación de los hechos de Hula, pero incidió en que la responsabilidad del cese de las hostilidades y de la aplicación del "plan Annan" debe recaer "en todas las partes".

Por todo ello, pidió no duplicar esfuerzos, recordando que la misión de observadores de la ONU enviada semanas antes de la matanza ya está investigando lo sucedido en Hula.

El representante chino subrayó, asimismo, que su país "se opone a una intervención armada extranjera y a obligar un cambio de régimen", en aparente alusión a declaraciones de algunos líderes mundiales como el presidente francés, Francoise Hollande, receptivo a una eventual intervención armada internacional.

Esta fue la cuarta sesión especial del Consejo desde abril de 2011 para tratar la situación en Siria, a lo que hay que sumar un debate especial en el marco del último diálogo de alto nivel a principios de este año.

La representante estadounidense admitió que hay cierto cansancio, pero animó a aprovechar este momento para aumentar la presión sobre el gobierno de Bachar El Asad y sobre el Consejo de Seguridad de la ONU para que remita las investigaciones sobre violaciones de los derechos humanos en Siria a la Corte Penal Internacional (CPI).

El embajador sirio, Faisal Al-Hamwi, tampoco se salió del guión de ocasiones anteriores y dijo que el conflicto tiene una raíz "sionista", con apoyo al terrorismo dentro de Siria y el envío de mercenarios para "asesinar a miles de personas".

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