19 abr 2018 , 09:12

¿Qué pasaría si la Tierra rotara en la dirección opuesta?

También se estudia el efecto de la desaceleración de la rotación terrestre.

El 7 de octubre de 2008, un asteroide entró en la atmósfera de la Tierra y explotó a una altura de 37 kilómetros, sobre el desierto de Nubia en el norte de Sudán: traía diamantes.

Un estudio de un equipo de la Escuela Politécnica Federal de la ciudad suiza de Lausana (EPFL) que publica la revista Nature Communications, concluye que la roca espacial era parte de un planeta perdido que existió en los albores del Sistema Solar.

Se estima que el "protoplaneta" al que perteneció debe haber existido hace miles de millones de años, antes de que se partiera por una colisión. Era tan grande como Mercurio o Marte.

Los científicos sostienen que la presión necesaria para producir diamantes de ese tipo podría ocurrir solamente en un planeta de gran tamaño.

Caído del cielo

El asteroide, denominado 2008 TC3, tenía poco más de cuatro metros de diámetro.

Fueron recolectadas unas 50 piezas de esa roca, de un tamaño de entre 1 y 10 centímetros.

 

 

ProplanetaDerechos de autor de la imagenSPL
Image caption Los científicos afirman que el asteroide es un fragmento de un protoplaneta que se formó en el Sistema Solar en sus primeros 10 millones de años.

 

 

Los fragmentos son popularmente conocidos como partes del meteorito Alamata Sitta, término árabe que significa Estación Seis, por el nombre de una estación de tren cercana al lugar donde cayó.

Utilizando tres tipos de microscopios, los investigadores caracterizaron el mineral y la cobertura química de la roca.

Parte del material atrapado en los diamantes desde su formación sólo puede formarse a una presión superior a los 20 gigapascales, informaron los científicos.

Esas condiciones "sólo pueden lograrse en un gran cuerpo planetario", precisaron.

El origen de los planetas

El investigador Farhang Nabiei, de la EPFL, dijo que esos datos constituyen la "primera evidencia convincente de la existencia de un planeta tan grande", perteneciente a una primera generación que ha desaparecido.

Este hallazgo refuerza la teoría de que los planetas del actual Sistema Solar se forjaron con los restos de decenas de grandes "protoplanetas" o "planetas embrionarios".

 

 

Restos del meteorito 2008 TC3Derechos de autor de la imagenNASA
Image caption Unas 50 piezas fueron recolectadas y analizadas por científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, Suiza.

 

 

Estiman que el cuerpo principal del 2008 TC3 se formó en el Sistema Solar en sus primeros 10 millones de años.

Los meteoritos de esa colisión fueron catalogados en la categoría de rocas espaciales llamadas ureilitas, que representan menos del 1% de los objetos que chocan con la Tierra.

Los investigadores sugieren que todos los asteroides de ureilitas son restos del mismo protoplaneta.

"Cuerpos del tamaño de Marte (como el que impactó formando la Luna) eran comunes y se unieron para formar planetas más grandes o chocaron con el Sol o fueron eyectados del Sistema Solar.

"Este estudio aporta una evidencia convincente de que el cuerpo principal de ureilita era uno de esos grandes 'planetas perdidos' antes de que fueran destruidos por diversas colisiones", concluyeron los científicos en el estudio.

 

 

Raya

 

 

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