La recién casada quería seguir una moda y casi sale ardiendo.
En China, una recién casada quiso retratarse con su traje de novia en llamas y un río de fondo. Mientras su vestido se prende en llamas, ella posa serena frente a un lago, pero cuando las llamas empiezan a subir por la falda, entra en pánico y una ayudante del fotógrafo corre con un extintor para apagar las llamas.
Finalmente su deseo se cumplió y consiguió la fotografía, pero podría haber sufrido serias quemaduras.
Según una nota de El País, de España, el movimiento Trash the Dress (Destruye el vestido) se inició en Gran Bretaña y consiste en culminar el álbum de boda con una sesión de fotos en la que la novia arruina deliberadamente su vestido de una forma ocurrente.
Pintarlo, mojarlo o quemarlo son las maneras más habituales de cumplir con esta nueva moda. Prenderlo cuando se lleva puesto, como muestran las imágenes, es una idea peligrosa que puede acabar mal.
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