Ibarra tuvo su séptima travesía en la laguna de Yahuarcocha

Manuel Gualacata fue el primer jinete en arribar a la laguna de Yahuarcocha al amanecer. Quería encontrar las mejores ramas de totora. Un machete, cuerdas y sus hábiles manos fueron suficientes para elaborar este inusual vehículo acuático, con el cual quería ganar la séptima edición de la travesía. Asegura que son necesarias al menos 300 ramas para que estos rústicos botes floten en el agua.

“De acuerdo al piloto que va a manejar el caballito de totora, entonces se le hace más grande, más pequeño; el diseño es personal”, comenta Gualacata. 

Otros 32 participantes también llegaron hasta la orilla de este ícono turístico de Ibarra. Luego de las pruebas de rigor sobre el agua, Álvaro Castillo, alcalde de la ciudad, dio la señal y la competencia arrancó. 

El burgomaestre manifiesta que este tipo de eventos ayudan a fomentar el turismo: “Esto es algo propio de los dos lagos, de San Pablo, de Yahuarcocha, usted que ve que el pueblo el que participa con su esfuerzo”.

Según la ibarreña Doris Hernández, quien detuvo el cronómetro luego de remar 40 minutos y 20 segundos, lo más importante durante la travesía fue mantener el ritmo, comenta que luego de cierto tiempo, las ramas absorben el agua y se vuelven más pesadas.

“El agua como que el quiere virar, eso es lo más duro, lo más difícil, de ahí rema, rema, rema y llega”, comentó Hernández. 

Mientras que el otavaleño Alberto Bautista de 57 años, impuso el récord de la competencia, al atravesar Yahuarcocha en 28 minutos y 36 segundos.

La habilidad de los artesanos se hizo visible en cada una de las creaciones de los caballitos de totora que se exhibieron durante este evento que formó parte de la agenda cultural de las fiestas de la ciudad blanca.