26 sep 2014 , 05:05

Conozca los oficios tradicionales en Guayaquil que se niegan a morir

La peluquería de Alfonso Paguay es la única que sobrevivió de muchos negocios similares en la zona.

Un oficio tradicional en Guayaquil que se niega a morir es el que realizan barberos y peluqueros. Los profesionales llevan más de 40 años brindando sus servicios.

 

Alfonso Paguay recibe a sus clientes en pleno centro de la ciudad, exactamente en la Av. Quito y Clemente Ballén, donde desde hace 50 años funciona la peluquería Divino Niño. Es peluquero de profesión, oficio que aprendió de su padre y que hasta el día de hoy, a sus 59 años de edad, lo mantiene económicamente.

 

Es la única peluquería que todavía existe en ese sector, que décadas atrás estaba poblado por locales de este tipo, así nos cuenta Sara Jiménez, quien a sus 96 años de edad es la encargada de manejar la caja chica del negocio.

 

Este oficio tradicional de Guayaquil no quiere desaparecer, antes dirigido solo para hombres, ahora los locales son unisex.

 

En otro rincón se encuentra Jorge Clavijo, oriundo de Alausí, provincia de Chimborazo. A los 14 años empezó con su primer corte de cabello, hoy lleva 45 años dedicado a este oficio en la ciudad que le abrió las puertas y le dio el sustento económico a él y a su famiia.

 

Lo conocen como Jorgito y es el nombre de su peluquería; sus clientes lo prefieren por su "buena mano".

 

Guayaquil es una ciudad que acoge a propios y extraños, abre puertas, brinda oportunidad y está llena de tradiciones que se niegan a morir.

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