08 ago 2014 , 03:34

La salsa, un motivo de aliento para orquesta de jóvenes refugiados

Con esta agrupación, estos jóvenes de entre 12 y 27 años, buscan abrirse puertas en Ecuador.

 

Jóvenes refugiados colombianos conformaron una orquesta en Guayaquil. Con el respaldo del Comité de Derechos Humanos y el auspicio de la Unión Europea y el fondo 'Children of Peace', estos adolescentes se capacitan con la intención de formar una empresa cultural que les permita abrirse puertas en Ecuador, aprovechando sus talentos.

 

 

La orquesta está conformada por 12 jóvenes que llegaron al país buscando refugio y siete ecuatorianos.

 

Dos veces a la semana se encuentran en un local del Ministerio de Inclusión Económica y Social para aprender y ensayar. Máximo Valverde del Comité de Derechos Humanos cuenta más de esta iniciativa que se mueve a ritmo de salsa: “Nace con la necesidad de que niños y adolescentes refugiados tengan una oportunidad, un espacio para poder aprender música y para poderla compartir con la población ecuatoriana.

 

Las edades de los miembros de la orquesta van desde los 12 hasta los 27 años. Elkin Gutiérrez llegó hace dos años al país por el puente de Rumichaca, para él, a través de la música tratan de superar el desarraigo: “Tratamos como de incluirnos un poquito a la tierra de nosotros, ya que pues Colombia la mayoría venimos de la capital de la salsa que es Cali”.

 

Les enseñan todo, desde solfeo, hasta a tocar los instrumentos. Vicente Soriano es el director musical, comenta que para ellos que han pasado por tanto, nada les resulta difícil: “Es un corto tiempo que estamos trabajando y muestran un entusiasmo, un interés, las ganas de aprender, no se les ha hecho nada difícil, la prueba está en que nosotros ya estamos montando canciones y hemos hecho una presentación ya”.

 

El Comité de Derechos Humanos, señala Fernanda Carrera, apunta alto con este proyecto al desarrollo de las potencialidades y a cambiarles la vida: “El proyecto tiene como objetivo que ellos se conviertan en una especie de microempresa cultural y puedan ofrecer sus servicios a diferentes espacios y sobre todo, tiene como objetivo ahora que tengan aquí un espacio de integración”.

 

Así las tardes se llenan de salsa, ellos que bailan esos sueños que trajeron desde otra tierra, ellos que con su voz intentan construirse otro futuro.

 

 

 

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