23 jul 2014 , 10:16

Los oficios tradicionales de Guayaquil que se niegan a desaparecer

Guayaquil moderna y pujante no ha logrado dejar en el olvido estas formas de trabajo y supervivencia

Guayaquil se ha transformado. Matizándose de modernidad, creciendo aceleradamente.

 

Pero pese a su desarrollo industrial y los adelantos tecnológicos, aún es posible observar a quienes eternizan oficios que eran indispensables en épocas pasadas.

 

Bolívar Mosquera es sastre, con su tijera le da forma a las telas convirtiéndolas en finos trajes para sus clientes.

 

Lo hace con el mismo esmero con el que hace cinco décadas emprendió su negocio, la Sastreria Ricardo, ubicada al sur de Guayaquil.

 

Su oficio lo aprendió de la mano de su abuela y ahora es el quien lo transmite a sus nietos.

 

En otro rincón de Guayaquil, en el Parque La Victoria que nació en 1887, al pie de la iglesia, encontramos a Gustavo León.

 

Durante 43 años ha sido testigo del crecimiento de la urbe y lo ha captado a través del lente de su cámara de madera.

 

Tomarse una fotografía con el es viajar al pasado. Hace magia con su cajón de madera, dejando atrás la era digital, que nos envuelve.

 

Con su pericia, ganada a través de los años, don Gustavo va mezclando químicos, agitando papel en ellos, es su forma de que los recuerdos perduren.

 

Rostros e historias que son parte del crecimiento de Guayaquil. Una ciudad forjada con el esfuerzo de sus habitantes, desde la sencillez de sus oficios.

Noticias
Recomendadas