27 jun 2018 , 10:02

Arriban a Quito los restos de los periodistas ecuatorianos

Los familiares de Javier, Paúl y Efraín recibieron a sus seres queridos en la pista.

A las 10H00 del miércoles 27 de junio arribó al aeropuerto Mariscal Sucre de Quito la nave con los cuerpos de los tres trabajadores de Diario El Comercio, secuestrados en la frontera entre Ecuador y Colombia. 

Los ecuatorianos fueron retenidos y, posteriormente, asesinados por un grupo disidente de las FARC, liderado por alias "Guacho". 

Con un arco de agua se le rindió homenaje a los fallecidos.

 

Al tiempo fueron extraídos por miembros de la Policía Nacional y recibidos por sus familiares. El hermano del fotógrafo Paúl Rivas, Ricardo, dijo que no descansarán hasta que se transparente la verdad.

 

 

Por su parte, el ministro del Interior de Ecuador, Mauro Toscanini, anunció que alias Guacho estaría cercado en operaciones militares conjuntas entre Ecuador y Colombia. También, indicó en la términal aérea de Tababela que "por nuestra Policía hay 52 aprehendidos en el Ecuador y 30 en Colombia que tienen relación con la banda de Guacho".

 

De allí partirán hacia Memorial Necrópoli, donde habrá un espacio para que los familiares puedan estar en privado hasta las 15H30. Luego el cortejo fúnebre irá hasta diario El Comercio para ser velados. 

Los cadáveres del periodista Javier Ortega (32 años), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el conductor Efraín Segarra (60) partieron desde Cali (suroeste) hacia la capital ecuatoriana en una aeronave de la fuerza aérea de Ecuador, constató un fotógrafo de AFP.

 

El avión despegó la mañana de este miércoles desde la principal ciudad colombiana en el Pacífico, con los familiares de los tres asesinados y autoridades ecuatorianas a bordo.

 

Los féretros fueron cubiertos con banderas ecuatorianas y flores. Antes de ser repatriados, los cuerpos del fotógrafo, el reportero y el conductor fueron homenajeados por la policía antisecuestro de Colombia.

 

El equipo del diario El Comercio fue secuestrado el 26 de marzo por un grupo que dirige el exguerrillero de las FARC Walther Arizala, conocido como "Guacho", cuando realizaba un reportaje en la convulsa frontera donde operan bandas narcotraficantes.

 

Los tres fueron asesinados en cautiverio en Colombia, según anunció el gobierno ecuatoriano el 13 de abril, tras la difusión de unas fotografías que mostraban a tres hombres encadenados y ejecutados. 

 

El 25 de junio los cuerpos, recuperados el jueves anterior en una zona selvática, fueron oficialmente identificados por las autoridades colombianas.

 

El caso conmovió al mundo y a Ecuador, un país que no está acostumbrado a este tipo de violencia.

 

Ambos gobiernos recibieron duras críticas por la información contradictoria que ofrecieron. Ecuador protestó por el "insensible" trato dispensado en Colombia a la muerte de sus ciudadanos.

 

"Guacho" se apartó del pacto de paz con la ya disuelta guerrilla de las FARC, que condujo el año pasado al desarme de unos 7.000 combatientes y a la transformación de los rebeldes en partido. 

 

Los captores pretendían la excarcelación de allegados a Arizala presos en Ecuador, a cambio de la liberación de los rehenes, una negociación que según los disidentes se frustró por los operativos militares. 

 

A raíz de este caso, Colombia y Ecuador lanzaron una feroz cacería contra "Guacho" a ambos lados de la frontera.

 

De origen ecuatoriano, este exguerrillero es acusado por el ejército colombiano de operar como brazo armado del cártel mexicano de Sinaloa y de tener también secuestrada a una pareja de ecuatorianos.

 

Sin un mando unificado, los disidentes, que sumarían unos 1.200, operan en apartados puntos de Colombia, donde disputan las rentas del narcotráfico y de la minería ilegal. 

 

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