13 abr 2018 , 01:08

Luto en Ecuador por muerte de periodistas secuestrados

"Lamentablemente tenemos información que confirma el asesinato de nuestros compatriotas".

El presidente Lenín Moreno confirmó este viernes el asesinato en cautiverio de los dos periodistas y el chofer del diario El Comercio, que habían sido secuestrados el 26 de marzo en la frontera con Colombia.

"Lamentablemente tenemos información que confirma el asesinato de nuestros compatriotas", expresó el gobernante en una declaración ante la prensa.

 

Lea: Presidente Moreno confirma muerte de los periodistas ecuatorianos secuestrados en la frontera con Colombia

 

 

Entre lágrimas y gritos de dolor, familiares y amigos del reportero Javier Ortega (32 años), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el conductor Efraín Segarra (60) protestaban en la Plaza Grande en el centro de Quito y en el centro de Guayaquil por la pérdida de sus compañeros. 

 

Le exigen al Gobierno de Moreno tomar medidas paleativas para que actos como estos no vuelvan a ocurrir en ninguna parte del país y bajo ninguna circunstancia. 

 

La solidaridad de la gente se hizo presente, pues ya no son solo periodistas y comunicadores quienen lloran a los compatriotas asesinados en cautiverio, sino también se han presentando delegaciones de distintas organizaciones que demuestran su solidaridad y se unen al dolor.  

 

Vicente Ordóñez, expresidente de la Unión de Periodistas (UNP), afirma que "el Gobierno nos queda debiendo respuestas. Son 19 días de vigilia en los que hemos permanecido en la Plaza Grande por lo que el Gobierno nos debe garantías para seguir ejerciendo nuestro trabajo. No han podido explicar lo que sucedió realmente con nuestros compañeros". 

 

El gobierno acusó del crimen del reportero Ortega, Rivas y Segarra a disidentes implicados en el narcotráfico que operan en territorio limítrofe.

 

Moreno apuntó que "más allá de los esfuerzos realizados se ha confirmado que estos criminales parecería que nunca tuvieron la voluntad de entregarlos sanos y salvos, es muy probable (...) que lo único que hayan querido es ganar tiempo".

 

 

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