23 mar 2018 , 03:05

Habitantes de San Lorenzo suspenden su jornada laboral por inseguridad

La mayoría de la población vive o sobrevive de la pesca y comercialización de conchas.

En medio del temor, los habitantes de San Lorenzo en Esmeraldas tratan de realizar sus actividades cotidianas. La mayoría de la población vive o sobrevive de la pesca y comercialización de conchas.

 

Salen temprano a los manglares y regresan a este muelle artesanal para limpiar el producto recolectado en jornadas que a veces superan las 10 horas de trabajo.

 

Los efectos de la violencia y últimos atentados a militares y policías en este sector de la frontera rebotan a sus pobladores, aquellos que viven el día a día de lo que encuentran en los manglares, y que no saben si si aparecerán clientes para sus productos.

 

Caminamos por un estrecho puente improvisado de madera que es el acceso a las viviendas construidas sobre un brazo de mar. Apenas dos tablas permiten el paso a una especie de balcón, ahí se encuentran las redes de los pescadores que no salieron de faena, pues las cosas  no están bien en San Lorenzo.

 

El control a los grupos irregulares de Colombia por la fuerza pública del Ecuador también restringió la comercializacion de mercancías que llegaban del lado colombiano.

 

Algunos habitantes de San Lorenzo tienen la mirada un tanto perdida mientras esperan pacientes que las cosas retornen a la normalidad. Al contrario de los ñiños que con su inocencia juegan y se divierten, pues les basta una pelota para ser felices.  Al parecer se van acostumbrando a mirar a militares y policías recorrer sus calles con vehículos tácticos. Ya no les llama la atencion el sonido de los aviones de combate súper tucano que vuelan todo el tiempo en la frontera del conflicto.

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