Manifestaciones en Hong Kong alcanzan momento "crítico" tras nuevos choques

El movimiento prodemocracia acusó el domingo a la policía de uso excesivo de la fuerza tras otra noche de violentos enfrentamientos en Hong Kong, donde un ministro advirtió que las manifestaciones, que entran en su cuarta semana, han llegado a un punto "crítico".

 

Decenas de policías antidisturbios cargaron la madrugada del domingo contra un grupo de manifestantes en Mongkok, uno de los tres lugares ocupados por los contestatarios en la ex colonia británica, territorio semiautónomo bajo soberanía china desde 1997.

 

Los antidisturbios arremetieron a porrazos contra los manifestantes. Algunos fueron evacuados en camilla mientras que otros eran atendidos de heridas en la cabeza, fracturas y contusiones, según periodistas de la AFP y fuentes médicas en el lugar.

 

Policía y manifestantes ofrecieron versiones divergentes sobre las causas de estos violentos enfrentamientos ocurridos en el populoso barrio, en la parte continental de Hong Kong.

 

La policía, que intentaba abrir a la circulación una importantes avenida, aseguró que había hecho gala de contención y que actuó cuando los manifestantes "intentaron forzar súbitamente" sus cordones.

 

La policía afirmó en un comunicado que llevó a cabo una "acción (...) recurriendo a un mínimo de fuerza para dispersarlos con el fin de evitar que la situación degenerara". 

 

Los contestatarios por su lado explicaron a la AFP que no habían hecho nada para provocar a los policías, que cargaron cuando los manifestantes abrieron los paraguas, símbolo de la movilización para reclamar más libertades democráticas, y los depositaron en unas barricadas, según explicaron.

 

"Nos golpearon sin razón", contó Jackie, de 30 años. "Me dieron cuatro o cinco porrazos (...) Tenía la cabeza llena de sangre y recibí atención médica".

 

20 heridos

 

El gobierno local declaró que 20 personas resultaron heridas, sin precisar si eran policías o manifestantes, ni si todas ellas resultaron heridas en Mongkok.

 

La movilización prodemocracia se aceleró el 28 de septiembre cuando los manifestantes fueron rociados con gases lacrimógenos por las fuerzas policiales y decenas de miles de personas se echaron a las calles. 

 

Desde entonces se redujo mucho el número de manifestantes, pero estos han seguido ocupando tres puntos clave de Hong Kong y perturbando seriamente la circulación y la actividad en este centro financiero internacional.

 

Estos últimos días, la policía se ha dedicado a despejar las vías de circulación en esos puntos, y lo ha logrado en Causeway Bay, barrio muy comerciante apreciado por los chinos, y en Admiralty, cerca de la sede del gobierno local, aunque ha perdido el terreno recuperado en Mongkok. 

 

El ministro de Finanzas John Tsang consideró en su blog oficial que la campaña prodemocracia ha llegado a un punto "crítico" y exhortó por ello a los movimientos estudiatiles a "tomar buenas decisiones" y "retirarse", aunque ello "no sea fácil".

 

Violentos choques han marcado las cuatro últimas noches mientras que el gobierno ha propuesto recibir el martes a los estudiantes, alma del movimiento.

 

Los manifestantes reclaman la dimisión del jefe del ejecutivo local, Leung Chun-ying, y la instauración de un verdadero sufragio universal en este territorio, que vive su crisis política más grave desde su devolución a China en 1997.

 

Pekín aceptó el principio del sufragio universal para la elección del próximo jefe del ejecutivo hongkonés en 2017, aunque quiere conservar el control de las candidaturas, lo que para los manifestantes es inaceptable.