16 oct 2014 , 08:42

En México hallan nuevas fosas en la búsqueda de estudiantes

En dos de ellas se encontraron huesos, restos de cabello, botas y un hacha.

Un grupo de autodefensas del sureño estado de Guerrero ha encontrado esta semana ocho fosas clandestinas en las inmediaciones de Iguala, donde participan en la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos hace casi tres semanas.

 

El abogado Manuel Vázquez Quintero, portavoz de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), dijo a Efe que el martes pasado encontraron cuatro fosas con restos humanos, si bien precisó que estos "ya tenían algo de tiempo".

 

El miércoles hallaron otras cuatro, de las cuales dos estaban listas para ser utilizadas, mientras que en las otras dos "solo encontramos huesos, restos de cabello, botas y un hacha", precisó.

 

También son fosas antiguas, comentó Vázquez Quintero, quien se quejó de que los agentes federales desplegados en Iguala les dificultan sus recorridos en búsqueda de los estudiantes impidiéndoles el paso.

 

Las autoridades encontraron hace dos semanas dos grupos de fosas, uno de cinco con 28 cuerpos, y otro de cuatro, donde no fueron hallados restos humanos. En total, suman ya 18 fosas sin que, por ahora, aporten indicios de los desaparecidos.

 

El fiscal general, Jesús Murillo, reveló el martes que, según las pruebas genéticas, los 28 cuerpos no corresponden a los estudiantes que desaparecieron el 26 de septiembre tras una noche de violencia en la que murieron seis personas y 25 más resultaron heridas.

 

"Lo único que queremos es encontrar a nuestros hijos, nuestros hermanos", afirmó el portavoz de la UPOEG, una agrupación de civiles armados que surgió en enero de 2013 en la región de la Costa Chica de Guerrero para defenderse del crimen organizado.

 

"Aquí estaremos hasta que los encontremos", apuntó tras precisar que 250 integrantes de la UPOEG participan actualmente en la búsqueda y cuentan con el respaldo de los ciudadanos, que les llevan víveres y agua.

 

Aunque tratan de hacer conciencia entre los habitantes de Iguala, dijo que estos "tienen mucho miedo (de hablar) porque vivieron mucho tiempo bajo (el control) de la delincuencia organizada" y temen represalias.

 

Así, casi tres semanas después, se desconoce el paradero de los alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa, la mayoría de 18 a 22 años, a pesar de que ya hay casi cincuenta detenidos por este caso, la mayoría policías de Iguala y del vecino municipio de Cocula.

 

Según varios testimonios, los jóvenes fueron subidos a patrullas policiales y entregados a Guerreros Unidos, un grupo criminal que surgió en 2011 como una escisión del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.

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