08 sep 2014 , 08:42

Una nueva y descarnada biografía muestra la otra cara de Lady Di

El libro cuenta la tormentosa historia de Harry, el segundo hijo de Carlos y Diana.

A sus 30 años recién cumplidos, Harry tiene ya su primera gran biografía: "Príncipe Harry: Hermano, soldado, hijo". Pero no es justamente benévola con sus tres décadas de vida. Al contrario. No sólo relata y describe sus miserias más profundas, sino que además muestra a su madre como gran responsable de muchas de sus desgracias. Claramente, no se trata de una biografía del corazón sino que, por el contrario, se dedica a intentar destrozar la mítica imagen de "mujer víctima" que cosechó Diana Spencer tras su muerte.

 

Penny Junor, la autora de otra de las biografías de la realeza más polémicas ("Príncipe William, nacido para ser Rey" - 2012) escribió una larga columna en el diario británico DailyMail en la cual relata pasajes de su nuevo libro, dedicado al hermano del heredero, Harry, el más "travieso" de los dos hermanos.

 

La historia comienza con una anécdota que trata de ilustrar la soledad por la que pasó sobre todo Harry luego de la separación de sus padres. Cuando tenía ocho años, dos después de que se hiciera público el divorcio, por primera vez ambos hermanos se fueron de vacaciones sin sus padres, con la única compañía de una familia de amigos y sus custodios.

 

Harry tuvo un pequeño incidente en el cual se cortó profundamente la rodilla, que comenzó a sangrar. Sólo gritaba y pedía por su madre. La mujer que estaba a cargo de los pequeños -una amiga histórica del matrimonio real- intentó consolar al pequeño, pero se antepuso su guardaespaldas, retándolo a que se compusiera y dejara de llorar. La soledad de Harry y su necesidad de contensión era evidente según Junor.

 

También explica los trastornos que padeció durante sus años en el colegio, donde vivió bajo una presión insoportable. Presión a la que también se vio sujeto William, aunque con más años y más fortaleza mental. Y lo subestima: "Aquellos que conocen a Harry saben que nunca iba a llegar a ser rey, y eso es bueno". Y añade: "Sus detractores dicen que no es muy brillante. Y que hubo un tiempo, aceptado, en el que se comportaba como un imbécil".

 

También explica sus excesos y sus tormentos en el hecho en que su madre murió dos semanas antes de que él cumpliera 13 años, y de la peor manera posible. Los titulares de todo el mundo ocuparon la lectura de toda persona que tuviera a su lado, lo que lo persiguió durante años. Sumado eso a las teorías que se tejían en torno a su vida privada.

 

Harry tuvo que enfrentar también -como William- una serie interminable de escándalos que tenían como protagonistas nada menos que a sus padres. El príncipe, ausente la mayor parte del tiempo, no le dedicó minutos a contenerlo como se debía. Se enteró en ese tiempo de los desórdenes alimenticios de su madre, escuchó y leyó transcripciones de conversaciones entre su papá y Camilla Parker. Era demasiado para no estallar.

 

Pero Junor dedica largos párrafos a contar los desequilibrios de Diana, de quien dice abiertamente que era una mujer enferma. Y de dejar bien parado a Charles, uno de los hombres más odiados tras la muerte de la joven princesa y a quien todos señalaban responsable por la trágica desaparición. "Contrariamente a lo que Diana creía, no había ninguna campaña para desacreditarla luego de la separación", dice la autora.

 

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