22 jun 2014 , 03:59

Lugo recuerda que en su destitución fue "como un cordero llevado al matadero"

Hace dos años los Colorado y Liberal de Paraguay se aliaron en el Senado para destituirlo.

El expresidente paraguayo Fernando Lugo (2008-2012) recordó que hace dos años fue "como un cordero llevado al matadero", cuando los partidos Colorado y Liberal se aliaron en el Senado para destituirle en un juicio político exprés, en una jornada que transcurrió hoy sin manifestaciones ni actos políticos.

 

Ni la coalición de partidos Frente Guasú que respalda a Lugo, ahora senador, ni los otros actores políticos de Paraguay se manifestaron este domingo sobre la destitución del exobispo católico, que se llevó a cabo el 22 de junio de 2012.

 

"Como un cordero llevado al matadero", declaró el exmandatario en una entrevista con Efe en Asunción y dijo que después de dos años de pensarlo, aceptar el juicio "fue lo mejor" para evitar "más violencia".

 

Aquel 22 de junio de hace dos años, 39 de los 45 legisladores de la Cámara alta decidieron condenarle en un proceso de menos de 48 horas donde fue declarado culpable de "mal desempeño de sus funciones".

 

Mientras tanto, decenas de miles de personas se agolpaban en las plazas aledañas al Congreso pidiendo que el presidente no fuera destituido.

 

Representantes diplomáticos del más alto nivel llegaban a Asunción desde distintos puntos de la región.

 

Los cancilleres de los países miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur) calificaron entonces de "ruptura del orden democrático" al proceso y suspendieron a Paraguay del grupo arancelario.

 

La Unión de Países del Sur (Unasur) haría lo mismo y la Organización de Estados Americanos (OEA) enviaría una misión de observación para corroborar que se estaban cumpliendo las garantías democráticas, y permaneció en el país hasta la celebración de las siguiente elecciones en abril de 2013.

 

"Yo creo que para mucha gente el así llamado juicio político fue como enterrar a Lugo, crucificarlo (...) pero Lugo no está muerto políticamente", dijo.

 

"El proyecto que llevamos adelante es con liderazgo colectivo, si el Frente Guasú hace las cosas bien, tiene un futuro promisorio", añadió.

 

Lugo dijo que las encuestas "siguen mostrando" que su Gobierno es el mejor valorado. "Hay nostalgia en la sociedad de nuestro proyecto", dijo y denunció el deterioro de la salud y educación tras su salida del Ejecutivo.

 

"Borraron nuestras políticas sociales y nuestra trayectoria económica de austeridad, empezaron a emitir bonos de deuda. Se está perdiendo la salud gratuita y universal", espetó.

 

Lugo fue llevado al juicio político después de que un operativo policial común, como muchos otros realizados durante las numerosas ocupaciones campesinas de tierras para reclamar terrenos donde establecerse, pero que estalló inesperadamente en un intercambio de tiros cerca de la localidad de Curuguaty (sureste).

 

Seis policías y once campesinos murieron sin que aún se sepa cómo ocurrieron exactamente los hechos. La masacre fue el motivo esgrimido por el PLRA y el Partido Colorado en el juicio político.

 

Le sustituyó su vicepresidente, el liberal Federico Franco, que gobernó hasta agosto de 2013, cuando entregó el poder al colorado Horacio Cartes, ganador de las elecciones de ese año.

 

"Hubo elementos extrajudiciales que han actuado allí, llámese francotiradores, personas fuera del contexto de ese enfrentamiento", explicó Lugo, quien recalcó que la Fiscalía "tenía seis meses para investigar, acusar, juicio oral y condena", pero el juicio solo comenzará el próximo 26 de junio, dos años después.

 

Trece campesinos enfrentarán cargos de invasión de inmueble ajeno y asociación criminal y diez de ellos también por intento de homicidio de los policías, tras pasar por dos años de cárcel preventiva y domiciliaria, mientras que no hay imputados por la muerte de los once labriegos.

 

Lugo afirmó que la matanza fue "un escenario montado" y la antesala de "una gran conspiración para justificar" su destitución por el parlamento.

 

Su sucesor, el expresidente paraguayo Federico Franco, criticó el papel del Gobierno de Lugo en el enfrentamiento pero coincidió con él en que el suceso "fue fraguado y preparado", según dijo en una entrevista concedida a Efe esta semana.

 

Franco y Lugo aseguraron que no tenían conocimiento de que el juicio parlamentario se fuera a producir. 

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