21 abr 2014 , 09:20

La consola Game Boy cumple 25 años

Descubra cómo surgió ese aparato con display verde y negro con la imagen pixelada.

Hace 25 años, una pequeña cajita gris iniciaba toda una revolución: la firma japonesa Nintendo sacaba al mercado su Game Boy, ese aparato con display verde y negro con la imagen pixelada que portabilizaba el videojuego y que se convirtió en todo un bestseller. 

 

A raíz de su éxito, Nintendo levantó un imperio millonario sobre la base de un negocio que hoy ha quedado rezagado ante el avance de los smartphones y las tablets, que acercan el videojuego con un sencillo toque de la pantalla. 

 

Lo fascinante de la historia de la Game Boy es que cuando nació no era la única videoconsola en el mercado ni tampoco la que disponía de la técnica más avanzada. Pocos meses después, su competidora Atari sacó al mercado el modelo Lynx con pantalla en color y mejores gráficos. A su lado, la Game Boy parecía de la Edad de Piedra, comentaban entonces las revistas estadounidenses. Y al año siguiente le siguieron aparatos más avanzados de las firmas Sega y NEC. Sin embargo, todos ellos llevan largo tiempo olvidados, mientras la Game Boy ha pasado a la historia. 

 

Las claves del éxito fueron sobre todo dos: por un lado, la sencillez del dispositivo y por otro, un juego genial que hizo que millones de personas no pudieran levantar el dedo del aparato. 

 

El equipo de creadores, liderado por Gunei Yokoi y el patriarca de Nintendo Hiroshi Yamuchi, sacrificaron conscientemente una pantalla en color y mejores gráficos a una batería que duraba 15 horas, para aumentar la duración del juego. La consola Lynx de Atari, por ejemplo, duraba una tercera parte y necesitaba más pilas, lo que la hacía más pesada y gruesa, y además era el doble de cara. 

 

La pantalla verde de la Game Boy tenía 160 x 144 píxeles. En la sencilla pantalla LCD con sólo cuatro tonalidades de gris se jugaba a un videojuego cautivador que no necesitaba récords gráficos. Y Nintendo lo había encontrado en Rusia. 

 

El matemático moscovita Alexei Pashitnov había programado en su computador Soviet a mediados de los años 80 un juego en el que caían bloques de distintas formas desde la parte superior de la pantalla, los que debían girarse rápidamente y encajarse para completar líneas que desaparecían e iban dejando espacio a la caída de nuevos bloques. 

 

Pashitnov lo bautizó como "Tetris". Una autoridad rusa vendió entonces los derechos para PC en Occidente. Y cuando el manager de Nintendo, Minoru Arakawa, vio el Tetris por primera vez supo de inmediato que ese era exactamente el juego que necesitaba la empresa, según contó después. 

 

Nintendo se hizo con los derechos en una batalla digna de novela contra poderosos competidores como la familia de editores británicos Maxwell. Los japoneses hicieron una oferta millonaria que dejó atónitos a los negociadores rusos. El manager de Nintendo, Arakawa, protagonizó incluso una batalla ante los tribunales, pero mereció la pena: la Game Boy y el Tetris se convirtieron en un hit desde su lanzamiento. 

 

En abril de 1989, la Game Boy llegó a las tiendas y en los primeros tres años Nintendo vendió 32 millones de aparatos. Además, creó una plataforma de juegos y se ocupó, sin piedad, de que ningún juego en cartucho se produjera fuera de su empresa. 

 

En 1997 salió al mercado la Game Boy Color con pantalla en color, de la que se vendieron unos 150 millones de unidades en sus distintas variantes. Nintendo siguió con la Game Boy Advance y después con la Nintendo DS, su hasta ahora bestseller con unos 155 millones de dispositivos vendidos. Ni siquiera su poderoso competidor Sony pudo con su PSP romper el dominio de Nintendo en el sector de las consolas móviles. 

 

Pero el mundo ha cambiado mucho en los últimos años. Ahora, todo smartphone y tablet es un aparato móvil que puede utilizarse para jugar y hay aplicaciones gratis o por pocos euros, mientras un nuevo juego para las consolas Nintendo sigue costando unos 40 euros. La bisnieta de la Game Boy, la Nintendo 3DS, se vende a un ritmo cada vez más lento -las pasadas navidades el consorcio vendió 11,6 millones de aparatos- y se enfrenta a cientos de millones de smartphones que la superan técnicamente. 

 

Nintendo sigue apostando por la fuerza de atracción de figuras populares como Super Mario, Luigi o Zelda para mantener con vida su negocio de las videoconsolas. Sin embargo, los analistas del sector aconsejan al consorcio que abandone el camino heredado y que ofrezca sus videojuegos para smartphones y tablets. 

 

Pero la firma japonesa se resiste: "Nintendo no tiene planes de ofrecer sus software para esos dispositivos", respondió la central de la empresa a comienzos de año a las nuevas especulaciones sobre posibles Mini-Game-Apps.

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