21 nov 2013 , 10:33

Afganistán debate si permite a las tropas de EE.UU. quedarse a partir de 2015

El conflicto en el país asiático se halla en uno de los momentos más sangrientos de su historia.

La Loya Jirga de Afganistán comenzó hoy a debatir el acuerdo de seguridad entre Kabul y Washington para el escenario posterior a la retirada de la OTAN en 2014, que podría sancionar la continuidad de hasta 15.000 soldados estadounidenses.

 

Así lo anunció el presidente afgano, Hamid Karzai, ante esta asamblea tradicional afgana, que reunirá hasta el domingo o lunes en Kabul a 2.500 jefes tribales, académicos y autoridades locales, y que arrancó entre fuertes medidas de seguridad.

 

"Entre 10.000 y 15.000 soldados permanecerán en Afganistán después de 2014 si se firma el Acuerdo Bilateral de Seguridad (BSA, siglas en inglés)", dijo Karzai en su discurso inaugural.

 

"La presencia de las tropas extranjeras no sería permanente, solo por diez años (entre 2015 y 2024)", subrayó Karzai, el único presidente que ha tenido Afganistán desde la invasión estadounidense, ocurrida a finales de 2001, y que dejará el cargo el año que viene.

 

Karzai argumentó que, "a largo plazo, cortar las relaciones con la OTAN sería un error", pero defendió que si EE.UU. quiere que se selle el BSA deberá "garantizar la paz en Afganistán" y "acabar con las operaciones en los hogares afganos".

 

"Si no hay presencia de EE.UU., tampoco la habrá de Alemania, Francia, Reino Unido o incluso de países islámicos", dijo el mandatario afgano, en alusión al temor que en esas potencias podría provocar la expectativa de un deterioro drástico de la seguridad.

 

Uno de los principales puntos de fricción entre la comunidad internacional y Kabul durante estos años han sido los repetidos casos de muerte de civiles en operativos aliados.

 

También sienta mal en Afganistán la inmunidad que tienen los soldados de EE.UU. y otras potencias extranjeras, que no pueden ser juzgados en suelo afgano por sus acciones.

 

Horas antes de que Karzai compareciera ante la Loya Jirga, el presidente estadounidense, Barack Obama, le envió una carta en la que puso énfasis en la intención de EE.UU. de respetar la ley afgana y los hogares de los civiles de ese país.

 

"En el pasado reciente hemos redoblado esfuerzos para garantizar que los hogares afganos sean respetados por nuestras fuerzas y de que las operaciones sean de acuerdo a vuestra ley. Continuaremos haciendo todo el esfuerzo necesario", aseguró Obama en la carta, que fue difundida a la prensa.

 

"Las tropas de EE.UU. no deberían entrar en las casas de los afganos con fines militares, salvo circunstancias extraordinarias como que haya un riesgo para la vida o destino de ciudadanos estadounidenses", agregó.

 

Obama trasladó además el deseo de firmar "pronto" el BSA, cuya negociación comenzó hace un año en el marco de un pacto estratégico más amplio entre las partes.

 

Los últimos flecos del acuerdo de seguridad fueron de hecho abordados días atrás entre Karzai y el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, quien ayer en Washington anunció que se había alcanzado un consenso.

 

En su carta, Obama recordó que EE.UU. cooperará con Kabul en "el entrenamiento, asesoramiento y asistencia" a las fuerzas afganas y en "una misión antiterrorista más reducida y acotada" mientras se sigue "fortaleciendo la capacidad antiterrorista" de Afganistán.

 

Karzai recogió hoy el guante y mantuvo que quiere "un Ejército fuerte" que "pueda defender el territorio" del país, al tiempo que instó a Washington a proveer armamento más sofisticado para conseguir este fin.

 

"Pido a EEUU tanques y ellos nos dan camionetas, que en realidad puedo conseguir a través de Japón", dijo.

 

Karzai también explicó que la mayor parte de países de la región, salvo Irán, están a favor del acuerdo de seguridad, y lanzó uno de sus habituales dardos a los servicios secretos de Pakistán (ISI), acusados de dar supuesto apoyo a facciones insurgentes afganas.

 

La Loya Jirga celebrará mañana, viernes, y el sábado días de trabajo en los que cincuenta comités analizarán en detalle el borrador del BSA, para el domingo o el lunes, si hay mucha divergencia, tomar en conjunto una decisión final.

 

El analista afgano Ahmad Sayidi opinó a Efe que el acuerdo de seguridad es "una buena oportunidad" y que sus principales "beneficios" serán evitar una mayor interferencia en Afganistán de Irán y Pakistán y que "haya una guerra civil en el país".

 

Este último escenario es un lugar común en los pronósticos de los observadores, que en medio de la última fase de la retirada de las tropas aliadas no ven al Ejército y Policía afganos capacitados para hacer frente al tenso músculo de la insurgencia talibán.

 

El conflicto en el país asiático se halla en uno de los momentos más sangrientos doce años después de la invasión de EE.UU. y caída del régimen integrista talibán.

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