13 jun 2018 , 05:26

Bombardeo contra disidentes de FARC deja 16 muertos

El 19 de marzo pasado un ataque acabó con la vida de 9 combatientes.

El mayor bombardeo lanzado contra las disidencias de la exguerrilla FARC dejó 16 muertos la madrugada del miércoles 13 de junio de 2018 en una zona fronteriza entre Colombia y Venezuela, informaron fuentes oficiales. 

 

El operativo de las fuerzas militares, en el que participó una flota de aviones militares KFIR y Super Tucano, se llevó a cabo en el municipio de Fortul, departamento de Arauca, indicaron las fuerzas militares en un comunicado.

 

"No bajaremos la guardia frente a estos criminales", escribió el presidente Juan Manuel Santos en su cuenta en Twitter.

 

El grupo atacado está al mando de Alex Rendón, conocido como "Burro", quien podría estar entre los fallecidos, aseguró en tanto el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, a periodistas.

 

El golpe "se constituye prácticamente en el desmantelamiento" de esta estructura, acusada de atentar contra el hospital de la región, la infraestructura petrolera y la fuerza pública, añadió.

 

Villegas aseguró que las autoridades aún vigilan la zona, por lo que el número de muertos puede aumentar. Además, que como parte de la ofensiva fue hallado "material de inteligencia de gran importancia" y se incautaron numerosos fusiles, munición y explosivos.

 

Este es el mayor bombardeo realizado por las autoridades colombianas contra los rebeldes que se apartaron del pacto de paz firmado en 2016. 

 

Los ataques aéreos marcaron un punto de inflexión en el conflicto armado colombiano. Varios dirigentes de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fueron abatidos por esta vía.

 

El gobierno de Juan Manuel Santos autorizó a finales de 2017 los bombardeos contra las disidencias.

 

La directriz las equipara a organizaciones del crimen organizado como el Clan del Golfo, la principal banda narcotraficante armada del país y surgida de remanentes de grupos paramilitares de ultraderecha desmovilizados en 2006.

 

El último gran golpe contra los disidentes fue el 19 de marzo pasado, cuando nueve combatientes fallecieron en las selvas del departamento de Guaviare, uno de los sitios de operación de la exguerrilla por la presencia de narcocultivos y su posición estratégica para el control del tráfico de drogas. 

 

 - "Nexos" con el ELN -

 

Según el ejército, la disidencia de la disuelta guerrilla comunista atacada este miércoles tenía "nexos" con líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), reconocida como la última organización rebelde activa en el país y que negocia la paz con el gobierno.

 

A través de esta presunta alianza, ambos buscan controlar el narcotráfico en los departamentos de Arauca, Boyacá y Casanare, así como coordinar "actividades extorsivas, tráfico de armas y articulación de planes terroristas", indicó el boletín.

 

Sin un mando unificado, los disidentes cuentan con unos 1.200 combatientes y operan en apartados puntos de Colombia donde controlan el narcotráfico o la minería ilegal. 

 

Suscrito en noviembre de 2016, el pacto de paz con el ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) condujo al desarme de unos 7.000 combatientes y ha evitado unas 3.000 muertes al año, según datos oficiales.

 

Colombia, principal productor de cocaína del mundo, vive un conflicto armado que en medio siglo ha dejado unos ocho millones de víctimas entre desaparecidos, muertos y desplazados. 

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