14 abr 2018 , 09:29

Estados Unidos bombardea blancos del régimen en Siria

Acciones desatan nuevas tensiones diplomáticas y militares entre Rusia y Occidente.




Estados Unidos, Francia y Reino Unido llevaron a cabo este sábado 14 de abril de 2018 bombardeos selectivos contra el régimen sirio, al que acusan de un ataque químico, desatando nuevas tensiones diplomáticas y militares entre Rusia y Occidente.
 

Rusia, aliado del régimen del presidente sirio Bashar al Asad, condenó los ataques pero sin tomar medidas en represalia pese al tono amenazante de los últimos días. Se limitó a pedir una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, que se celebrará a las 15h00 GMT.
 

Los bombardeos, contra tres blancos vinculados al programa de armamento químico sirio cerca de Damasco y en el centro del país, no provocaron "ninguna víctima entre la población civil o el ejército sirio", según el ejército ruso, cuyas instalaciones en el país no fueron atacadas.
 

"¡Misión cumplida!", escribió en Twitter el presidente estadounidense Donald Trump, según el cual el ataque "no podría haber tenido un resultado mejor". 
 

Eran las 04H00 en Damasco cuando el presidente estadounidense anunció los ataques desde la Casa Blanca.
 

"Ordené a las fuerzas armadas de Estados Unidos que lancen ataques de precisión a blancos asociados con la capacidad de armas químicas del dictador Bashar al Asad", dijo Trump.
 

En ese mismo momento se escuchaban explosiones en Damasco, la capital de un país devastado desde hace más de siete años por una guerra que ha causado más de 350.000 muertos.
 

Según una periodista de la AFP en Damasco, las explosiones fueron seguidas por el ruido de aviones y columnas de humo que se elevaban hacia el cielo en el nordeste de la capital siria.
 

Los bombardeos apuntaron a un "centro de investigación" en el extremo nordeste de Damasco y "depósitos" de armas químicas, incluido gas sarín, en la provincia central de Homs, detalló el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, general Joe Dunford.

Rusia afirmó que la defensa antiaérea siria interceptó 71 misiles de crucero de un total de 103.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LEA: Donald Trump ordenó acción militar contra Siria

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

En Damasco, el presidente Asad afirmó que esta "agresión" no hace más que "reforzar su determinación de seguir luchando y aplastar el terrorismo", un término con el que designa a los rebeldes.
 

Por boca de su embajador en Estados Unidos Anatoli Antonov, Rusia estimó que los bombardeos son un "insulto" al presidente Vladimir Putin.
 

En Irán, el guía supremo Alí Jamenei tachó de "criminales" a los dirigentes de Estados Unidos, Francia y Reino Unido.

En estas "circunstancias peligrosas" que hacen temer "una escalada militar total" el secretario general de la ONU Antonio Guterres hizo un llamamiento a la "moderación".
 

- Investigación de la OPAQ -
 

En Damasco, los partidarios del régimen reaccionaron. De madrugada, después de 45 minutos de ataques, se congregaron en la emblemática plaza de los Omeyas. Algunos sonreían, hacían la V de la victoria, agitaban banderas sirias, se sacaban selfis o bailaban y cantaban.
 

Para ellos los bombardeos occidentales son una señal de la victoria del régimen, que recuperó el bastión rebelde de Guta Oriental, a las puertas de Damasco. "La historia se quedará con que Siria derribó los misiles, pero no solo eso. Derribó la arrogancia estadounidense", dijo con orgullo Nedher Hamud, de 48 años.
 

A media jornada, los medios de comunicación públicos sirios anunciaron la entrada de las fuerzas de seguridad del régimen en Duma, el último bastión rebelde en Guta.
 

Los insurgentes de Yaish al Islam aceptaron evacuar esta ciudad un día después del presunto ataque químico atribuido al régimen sirio por las potencias occidentales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LEA: Siria: un bombardeo contra un grupo rebelde deja 35 fallecidos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

El presunto ataque químico del 7 de abril causó más de 40 muertos en Duma, según los socorristas de esta localidad. El régimen sirio y Rusia desmintieron estar implicados.
 

Las autoridades de Damasco denunciaron una "agresión bárbara y brutal" y acusaron a las potencias occidentales de intentar obstaculizar una misión de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que este sábado debe iniciar una investigación en Duma sobre el presunto ataque químico.
 

La OPAQ aseguró que su equipo de investigadores "seguirá con su despliegue" en Siria "para establecer los hechos relativos a las acusaciones de uso de armas químicas en Duma".
 

- Respuesta proporcionada-
 

El jefe del Estado Mayor estadounidense precisó que por el momento no se prevén más operaciones militares en el país.

"Una buena parte del arsenal químico (sirio) fue destruida", estimó Francia, advirtiendo que "habría otra intervención" militar en el caso de un nuevo ataque químico.
 

"Está claro que el régimen de Asad no aprendió la lección" el año pasado, dijo el secretario de Defensa estadounidense, el general Jim Mattis, recordando el bombardeo de abril de 2017 contra una base militar cercana a Homs en represalia por un ataque químico atribuido a Damasco que causó más de 80 muertos en Jan Sheijun (noroeste) días antes.
 

"Fuimos muy precisos y la respuesta era proporcionada", añadió, precisando que se usó el doble de municiones que el año pasado.
 

En su declaración, Trump hizo una advertencia a Irán y Rusia, que desplegaron miles de hombres y material en Siria para ayudar a Asad frente a los rebeldes y yihadistas. Y afirmó que Moscú traicionó "sus promesas" de 2013 sobre la eliminación de las armas químicas sirias.


 

Es una represalia "correcta y legal", según la primera ministra británica Theresa May, blanco de las críticas de los partidos de la oposición y de oenegés en su país.
 

Las tres potencias occidentales lograron el respaldo de Arabia Saudita, Turquía y Alemania, entre otros.
 

Pero un responsable del grupo rebelde islamista Jaish al Islam lo considera una "farsa" mientras Asad siga en el poder.
 

En Al Bab (nordeste), hacia donde son evacuados los habitantes de Duma, Ahmed no se hace ilusiones. "Todo esto no es más que una inyección anestésica. No nos vamos a beneficiar", estima este mecánico de 25 años. "Si no continúan los bombardeos, Asad no caerá y el régimen volverá a usar la fuerza contra nosotros".



 

 

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