12 sep 2017 , 03:49

Presidente Temer ataca a la justicia ante posible nueva denuncia en Brasil

Según Policía, Temer habría recibido 10,1 millones de dólares por "ventajas indebidas".


La Presidencia de Brasil volvió a rechazar con virulencia este martes 12 de septiembre de 2017 la multiplicación de acciones legales contra el mandatario Michel Temer, que en los próximos días podría ser objeto de una segunda denuncia formal por parte del fiscal general Rodrigo Janot.
 

"El Estado democrático de derecho existe para preservar la integridad de los ciudadanos, para cohibir la barbarie de la punición sin pruebas y evitar toda forma de injusticia. En las últimas semanas, en Brasil ocurre exactamente lo contrario", afirmó la secretaría de Comunicación de la presidencia en un comunicado.
 

Es el segundo texto de ese tenor emitido por la Presidencia desde que la prensa filtrara el lunes un presunto informe de la Policía Federal (PF) que deja más que mal parado a Temer.
 

De acuerdo con ese documento, el mandatario conservador tenía "poder de decisión" en la bancada de su partido, el PMDB, para colocar personas en "cargos estratégicos" y realizar "articulaciones con empresarios beneficiados en los esquemas [de sobornos] para recibir valores de donaciones electorales".
 

El informe -no oficializado- señala que Temer habría recibido 31,5 millones de reales (10,1 millones de dólares) por "ventajas indebidas", proviniendo un tercio de ese valor de la constructora Odebrecht, un actor clave de la gigantesca Operación Lava Jato sobre sobornos en Petrobras.
 

Partidos en la mira
 

Temer "no participa ni participó" en ninguna "banda" criminal y "lamenta que insinuaciones con intención de intentar denigrar la honra y la imagen pública sean filtradas a la prensa antes de la debida apreciación por la justicia", apunta el comunicado del lunes.

 

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El reporte de la PF alimentó una nueva ola de tensiones al calor de la catarata de denuncias que lanzó Janot en sus últimos días de mandato, con pedidos de acciones legales contra tres expresidentes -Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma Rousseff y José Sarney- y contra dos de las principales fuerzas políticas del país, el Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) y el PMDB de Temer.
 

Este martes, además, un juez de la corte suprema autorizó abrir otra investigación a pedido del fiscal general para indagar si el mandatario y uno de sus hombres de confianza recibieron sobornos para favorecer a una empresa del sector portuario, en una causa diferente.
 

En su comunicado, el Supremo Tribunal "enfatizó", sin embargo, que la "apertura de la investigación no implica ningún juicio previo ni rompe con la presunción de inocencia".
 

Janot ya había denunciado a Temer por corrupción pasiva, pero la Cámara de Diputados bloqueó en agosto la tramitación del caso. Según los observadores, se apresta a presentar otra denuncia -por obstrucción a la justicia o por formación de organización delictiva- antes de concluir su mandato, el próximo lunes.
 

El comunicado de la Presidencia de este martes cargó además contra las confesiones de acusados que colaboran con la justicia a cambio de condenas más suaves, en referencia a las grabaciones entregadas por Joesley Batista, dueño del gigante de la alimentación JBS, que sirvieron de base para la primera acusación contra Temer. 
 

La Fiscalía denunció esta semana el acuerdo, al considerar que Batista -quien fue enviado a prisión el domingo- ocultó parte de sus crímenes, pero asegura que las pruebas presentadas siguen teniendo vigencia, algo que rechaza la defensa de Temer.
 

"Facinerosos roban la verdad al país. Bandidos construyen versiones 'porque escucharon decir', para asegurarse impunidad o conseguir un perdón, aunque sea parcial, por sus incontables delitos. Reputaciones son destrozadas en conversaciones empapadas de acciones clandestinas", señala el comunicado.

 

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