26 jul 2017 , 07:18

Presidente español, Mariano Rajoy, dice que ignoraba corrupción en su partido

Rajoy no está acusado de malas prácticas, pero la corte le citó a declarar.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dijo este miércoles 26 de julio ante la Audiencia Nacional que no sabía nada sobre la contabilidad del gobernante Partido Popular en la época en la que supuestamente una trama de sobornos por contratos ayudó a financiar la formación.

 

Rajoy no está acusado de malas prácticas, pero la corte le citó a declarar porque fue vicesecretario general del partido hasta 2003 y secretario general hasta 2004, cuando supuestamente seguía funcionando la trama ilegal.

 

“Jamás me ocupé de asuntos económicos en el partido”, dijo ante un tribunal de tres jueces durante la esperada comparecencia.

 

El presidente llegó en una caravana de autos al fortificado complejo de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, a las afueras de Madrid. A unos metros de distancia, pero fuera de la vista de Rajoy, un centenar de manifestantes coreaban lemas acusando al partido conservador de ocultar la corrupción. Algunos portaban carteles con mensajes como “Fuera mafia. Democracia” y exclamaron “¡Justicia! ¡Justicia!”.

 

Es la primera vez que un presidente del gobierno en el cargo comparece ante un tribunal desde la Transición española a la democracia hace cuatro décadas. Adolfo Suárez y Felipe González acudieron a sendos juicios, pero después de dejar el cargo.

 

Entre los 37 acusados en el juicio hay empresarios, cargos electos y otros miembros del Partido Popular. Están señalados por delitos como sobornos, lavado de dinero o evasión fiscal en el caso “Gürtel”, llamado así por la palabra en alemán para correa, el apellido de Francisco Correa, un empresario detenido en 2009 y que es el principal acusado del caso. La trama está considerada como uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia moderna del país.

 

Correa afronta una condena de hasta 125 años de cárcel si se le declara culpable de controlar una red de colaboradores y empresas para organizar actos gratis para el PP a cambio de contratos públicos.

 

Rajoy reiteró el miércoles lo que ha dicho hasta ahora: que nunca se reunió con Correa y que fue él quien, como presidente del partido en 2004, ordenó dejar de contratar a las empresas del acusado al saber que estaban haciendo un uso indebido del nombre del partido.

 

El juicio forma parte de una pesquisa más amplia sobre la financiación ilegal del partido reflejada en una contabilidad secreta que mantenía Luis Bárcenas, que fue tesorero del partido durante casi tres décadas.

 

En sus acusaciones más dañinas hasta ahora, Bárcenas ha dicho que siempre hubo una trama de contribuciones ilegales al partido y que la cúpula del PP lo sabía. El partido lo ha negado, y Rajoy se atuvo a esa línea en su comparecencia ante el tribunal.

 

Rajoy tachó de “absolutamente falso” que miembros destacados del partido hubieran recibido primas ilegales. Explicó que algunas personas recibían un complemento salarial del Partido Popular a su sueldo como parlamentarios, que esas primas estaban sujetas a impuestos y que los pagos se detenían en el momento en que cualquiera de ellos asumía un puesto en el gobierno.

 

Como presidente, Rajoy ha hecho del crecimiento económico y la creación de empleo sus principales objetivos desde que el partido regresó al poder en 2011. En junio salió airoso de una moción de censura en su contra convocada por Podemos un partido opositor de izquierdas, debido a la multitud de escándalos de corrupción que afectan a su partido, incluido el caso “Gürtel”.

 

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