18 jul 2017 , 02:31

"Obamacare" sigue en pie por el momento; presidente de EE.UU. está furioso

Donald Trump ofreció en campaña la derogación de la reforma sanitaria de Barack Obama.

El presidente Donald Trump fustigó este 18 de julio de 2017 a los congresistas por no aprobar la ley para reemplazar a la reforma de salud lograda por su predecesor, advirtiendo que “regresaremos”.

 

En sus tuits temprano en la mañana, el mandatario desató una lluvia de críticas contra los demócratas “y unos cuantos republicanos” que se negaron a apoyar la medida, la prioridad legislativa para los republicanos desde hace años.

 

"La mayoría de los republicanos fueron leales, estupendos y trabajaron muy duro", tuiteó Trump, pero añadió, “quedamos decepcionados por todos los demócratas y unos cuantos republicanos”.

 

Agregó: “Como siempre he dicho, dejemos que ObamaCare fracase y entonces nos reuniremos y crearemos un magnífico plan de salud. ¡Manténganse atentos!”.

 

El líder de la mayoría republicana en el Senado Mitch McConnell propuso que en lugar de ello simplemente se haga una votación para anular la reforma, sin reemplazarla, pero la resistencia de algunos legisladores de su propio partido parecía asegurar la defunción de esa iniciativa también.

 

Las senadoras republicanas Susan Collins (Maine), Shelley Moore Capito (Virginia Occidental) y Lisa Murkowski (Alaska) se declararon en contra de la nueva iniciativa. Ello bastaría para condenarla al fracaso, y posiblemente enviaría el mensaje a los republicanos derechistas que es hora de abandonar su antiguo empeño de derogar la ley de Obama.

 

Poco después el mandatario intensificó su retórica, detallando una táctica legislativa y el consecuente resultado político que iría en contra de lo que desean muchos republicanos.

 

"Yo no quedaré como responsable de esto”, dijo el presidente en un evento en la Casa Blanca. "Les aseguro que los republicanos no se harán responsables de esto. Dejaremos que Obamacare fracase y los demócratas se nos acercarán preguntando, ¿y cómo lo arreglamos?".

 

Muchos republicanos temen que la ciudadanía ya los considera a ellos como los responsables de la atención médica nacional, ya que son ellos los que controlan la Casa Blanca y ambas cámaras del Congreso.

 

Trump antes ha mencionado la posibilidad de suspender los pagos a las aseguradoras que hayan subsidiado los costos médicos para millones de personas de bajos ingresos. Las aseguradoras enfatizan que ese tipo de amenazas es lo que las hace abandonar algunos mercados y aumentar las primas.

 

La senadora republicana Capito dijo que se opone a eliminar la ley de Obama “sin un plan que la reemplace y que atienda las inquietudes y las necesidades del pueblo de Virginia Occidental". Capito particularmente ha criticado los fuertes recortes que el plan estipula para Medicaid, el programa federal de ayuda para personas de bajos ingresos.

 

La reforma de salud aprobada bajo la presidencia de Barack Obama buscaba darle cobertura médica a millones de personas que carecían de ese beneficio, y a eliminar prácticas como la que permitía a las aseguradoras negarle cobertura a la gente por tener una condición previa. Los críticos dicen que la reforma republicana le quita cobertura médica a gente de menos recursos a fin de otorgar exenciones de impuestos a las personas más acaudaladas.

 

La iniciativa republicana quedó en el fracaso luego que dos senadores de ese partido _Mike Lee de Utah y Jerry Moran de Kansas_ indicaron que no la apoyarían en la votación inicial, que tendría lugar la semana entrante. Ello significó que por lo menos cuatro de los 52 senadores republicanos estaban en contra, dos más de los que McConnell necesitaba para superar la oposición unánime de los demócratas.

 

"Lamentablemente, es ahora evidente que el esfuerzo para revocar y reemplazar inmediatamente el fracasado Obamacare no tendrá éxito", dijo McConnell en un comunicado tarde en la noche, que en efecto equivalía a una admisión de derrota.

 

Fue el segundo revés sufrido por McConnell en ese tema en semanas recientes. A fines de junio, tuvo que abandonar una iniciativa inicial cuando se dio cuenta de que no contaba con los votos de sus propios partidistas.

 

El episodio marca también una derrota para Trump, que ha tratado de presionar a los legisladores pero ha emitido opiniones contradictorias sobre el tema, lo que demuestra que tiene limitada influencia sobre los senadores. 

 

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