29 abr 2017 , 12:19

El papa "eclipsa la tristeza" de los fieles en un estadio de El Cairo

Alrededor de 15.000 fieles asistieron a la misa ofrecida por el pontífice.

Globos, canoas y silbidos de alegría. En una plaza de El Cairo, hombres en chilaba se codearon con mujeres vestidas con elegantes trajes para una misa del papa Francisco que "eclipsó la tristeza" de la comunidad cristiana, objetivo de ataques yihadistas.   

 

Alrededor de 15.000 fieles asistieron, bajo un sol de justicia, a la misa ofrecida por el pontífice argentino en un estadio a las afueras de El Cairo con fuertes medidas de seguridad, después de que los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) hayan multiplicado sus ataques contra los cristianos en Egipto. 

 

"Es un encuentro histórico, puede que no se repita", declaró Maged Francis, un ingeniero copto católico, en el momento de la entrada del papa a bordo de su pequeño automóvil de golf. "Hoy la alegría eclipsa la tristeza de las últimas semanas", añadió. 

 

La comunidad cristiana egipcia sigue todavía de duelo por la muerte de 45 personas tras los atentados suicidas perpetrados en dos iglesias ortodoxas el pasado 9 de abril, que fueron reivindicados por el EI. 

 

"Con su viaje, el papa ha borrado la tristeza y la ha remplazado por júbilo", confirmó Manal George, que acudió con su sobrino desde un barrio de clase media de El Cairo. "Ha venido para traernos la paz, la bendición y para tranquilizarnos", se complació. 

 

En un estadio del ejército, con capacidad para 30.000 personas, las gradas estaban medio llenas. Junto a las familias que asistieron a la misa, había también monjas vestidas con sus austeros atuendos blancos o grises, así como clérigos franciscanos en sotana marrón.  

 

Un retrato de la virgen María, enganchado a globos de colores, flotó suavemente, dejándose balancear por el viento. 

 

'Salam Alaikum'

En los pasillos entre las gradas, los boyscouts, con camisas beige cubiertas de insignias, repartieron botellas de agua. 

 

Los fieles izaron la gorra blanca creada para la ocasión con el eslogan de la visita del soberano pontífice al país árabe más poblado: "el papa de la paz en el Egipto de la paz". 

 

"Salam Alaikum!" ("Que la paz esté con ustedes"), fueron las primeras palabras del pontífice argentino durante la misa que, pronunciadas en árabe, fueron saludadas con un torrente de aplausos. El papa se instaló en una tarima en el centro, bajo un elegante toldo blanco y rojo.  

 

A continuación el éxtasis dejó lugar al fervor religioso. A la misa, pronunciada en italiano, le acompañaron los cantos de la coral, en italiano, francés y árabe, interpretados por voces de tenor, de contralto y de bajo. Además se entonó el Padre Nuestro en árabe. 

 

Muchos clérigos en hábito de misa blanco, oro y rojo, se dispersaron por las gradas para dar la comunión a los fieles. Mientras tanto, los cantos litúrgicos coptos y árabes, con acentos melódicos invadieron la atmósfera, acompasados por el sonido estridente de los timbales. 

 

El EI anunció que multiplicaría los ataques contra la comunidad cristiana, por lo que el estadio estaba bajo alta seguridad. Los helicópteros patrullaron sobre el recinto y alrededor de la zona, los policías, vestidos de civil y armados con fusiles de asalto, hicieron guardia. 

 

Nagwa Kamal, profesora de matemáticas en la escuela del Sagrado Corazón de El Cairo, reconoció que los cristianos "han vivido momentos difíciles", aunque afirmó que "el terrorismo no vencerá". 

 

"Es evidente que la gente está inquieta, incluso aterrorizada, saben que viniendo aquí puede haber una brecha de seguridad", reconoció Peter Riad, un ingeniero de 30 años que forma parte de los boyscouts. "Sin embargo, pese a ello, todo el mundo ha acudido", se entusiasmó. 

 

"Es un desafío a aquellos que quieren destruir el país: haced lo que queráis, vamos a continuar viviendo nuestra vida como lo hacíamos antes", declaró. 

 

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