30 mar 2017 , 08:16

David Davis, negociador británico del Brexit, niega chantaje a la UE

El objetivo es impedir que el país se hunda una vez que salga del bloque.

El negociador jefe de Gran Bretaña para el divorcio del país de la Unión Europea negó el jueves que el gobierno haya amenazado con poner fin a la cooperación de seguridad a menos que obtenga el acuerdo comercial que quiere.

 

La misiva de la primera ministra británica, Theresa May, para activar las negociaciones de salida dejó claro que quiere seguir colaborando con la UE en materia de seguridad y otros temas, según dijo David Davis a la BBC.

 

"Queremos un acuerdo y ella hizo hincapié que es malo para ambos si no tenemos un acuerdo. Algo que, creo, es un detalle que es perfectamente razonable señalar y en ningún caso una amenaza", dijo Davis.

 

En sus seis páginas, la carta de May para iniciar los dos años de conversaciones hace 11 referencias a la seguridad, y señala que sin un buen acuerdo, "nuestra cooperación en la lucha contra el crimen y el terrorismo se resentiría".

 

El tabloide Sun no tuvo dudas al interpretar esa frase. "La bolsa o la vida" era su titular de portada del jueves, junto con la frase "La amenaza de Brexit de la primera ministra a la UE".

 

Gran Bretaña es una de las potencias europeas en materia de seguridad: es uno de los dos únicos países con arsenal nuclear en el bloque y cuenta con uno de los servicios de inteligencia más capaces del mundo.

 

May dijo el miércoles que probablemente Gran Bretaña tenga que abandonar después del Brexit la agencia policial de la UE, Europol, pero que quiere "mantener el grado de cooperación en estos asuntos que tenemos en la actualidad".

 

La secretaria de Interior Amber Rudd, que tiene el espionaje y la seguridad entre sus competencias, también negó que la carta fuera una amenaza, aunque dijo a Sky News que "si abandonamos Europol, entonces nos llevaríamos nuestra información... con nosotros. El hecho es que los socios europeos quieren conservar nuestra información".

 

Los altos funcionarios europeos respondieron de forma positiva al tono generalmente cordial de la carta de May, aunque no se les escapó el frío tono subyacente.

 

"Encuentro la carta de la señora May muy constructiva en general, pero también hay una amenaza en ella", dijo el coordinador de Brexit del Parlamento Europeo, Guy Verhoftstadt, señalando que May parecía estar exigiendo un buen acuerdo comercial a cambio de mantener la cooperación de seguridad.

 

"No funciona así", explicó a Sky News. "No puede abusar de la seguridad de los ciudadanos para después conseguir un buen acuerdo en otro tema".

 

El gobierno difundió sus planes para una Gran Ley de Derogación que transformará más de 12.000 leyes europeas vigentes en Gran Bretaña en normas locales de manera que "las mismas normas estén vigentes después del día de la salida".

 

El objetivo es impedir que el país se hunda en un agujero negro legislativo una vez que salga del bloque.

 

Davis dijo a los legisladores que garantizará que las leyes británicas no se elaboren en Bruselas sino "en Londres, Edimburgo, Cardiff y Belfast".

 

Pero a la oposición le disgustan los planes que dan a los ministros del gobierno poderes para alterar algunas leyes sin que las vote el Parlamento.

 

Teme que el gobierno conservador aproveche la oportunidad para reducir los derechos de los trabajadores y las normas de protección ambiental introducidas en el país durante 40 años de membresía en la UE.

 

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