23 ene 2017 , 07:44

Maduro cambia al presidente del Banco Central para maniobrar en la crisis

El mandatario designó al diputado y economista Ricardo Sanguino.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sustituyó el jefe del Banco Central, una figura criticada por su falta de autonomía, que rige la política económica de este país petrolero sumido en una de las peores crisis de su historia.

 

En su programa dominical de televisión, Maduro informó que nombró al diputado y economista Ricardo Sanguino, ante el "retiro" de Nelson Merentes como presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), a quien según versiones de prensa le pidió la renuncia.

 

Merentes, matemático de 62 años, estaba al frente del ente emisor desde 2009, excepto un periodo de ocho meses en 2013, cuando fue ministro de Finanzas del gobierno de Maduro. En enero de 2014 volvió a tomar las riendas del BCV.

 

"Quiero agradecer todo el esfuerzo que Nelson Merentes siempre ha hecho desde los distintos frentes de batalla, pero quiero que iniciemos una nueva etapa del desarrollo del Banco Central", manifestó el gobernante.

 

Sanguino, de 73 años, se ha desempeñado durante los 17 años de gobierno chavista como diputado y fue presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, actualmente controlada por la oposición, desde hace un año.

 

Con un modelo estatista e históricamente dependiente de la renta petrolera (96% de sus ingresos), Venezuela, golpeada por el desplome de los precios del crudo, enfrenta una grave falta de alimentos y medicinas, y una inflación considerada la más alta del mundo.

 

El BCV no ha publicado indicadores desde hace un año, pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que el país petrolero tuvo una inflación de 475% en 2016 y la proyecta en 1.660% para 2017.

 

Para el diputado opositor José Guerra, exdirectivo del BCV, Merentes debió ser destituido "hace rato", y señaló que las tareas del nuevo presidente son "bajar la inflación, publicar cifras y adecentar la institución".

 

"Una nueva etapa"

El mandatario socialista precisó que la "nueva etapa" del BCV será de "lucha contra las mafias internas e internacionales" que, dijo, atacan la moneda venezolana para desestabilizar a su gobierno.

 

Entre sus últimas acciones, Merentes dispuso, bajo orden de Maduro, la puesta en circulación de un nuevo cono monetario, con billetes de mayor denominación -el más alto de 20.000 bolívares- y el retiro del que era el más alto -de 100 bolívares (15 centavos de dólar)-.

 

Pero los nuevos billetes no salieron a la calle en diciembre, como estaba previsto, lo que, unido al retiro del billete de 100, provocó una seria escasez de efectivo, desatando protestas y saqueos que dejaron cuatro muertos y destrozos en cientos de comercios.

 

El Parlamento aprobó abrir una investigación sobre "la responsabilidad" de Maduro y de Merentes en los violentos disturbios, pero sin ningún efecto, pues la justicia declaró al Legislativo en desacato y nulas sus decisiones.

 

Con los nuevos billetes, que apenas hace una semana empezaron a circular, el gobierno busca paliar los efectos de la inflación y la devaluación del bolívar frente al dólar paralelo, que se cotiza cinco veces más alto que la tasa oficial.

 

Analistas y el sector privado aseguran que la situación empeora por el control de cambios vigente desde 2003, y la anemia que padecen los productores de materias primas.

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