13 oct 2015 , 02:08

Tres muertos deja nueva jornada de violencia en Jerusalén

Los palestinos llamaron a celebrar un "día de la ira" mientras Israel convoca a huelga.

Jerusalén vivió este martes su jornada más sangrienta desde el inicio de la actual ola de violencia, con un balance de tres israelíes muertos en dos atentados, mientras que del lado palestino murió un joven en Cisjordania.

 

El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que utilizaría "todos los medios" a su disposición para hacer frente a las agresiones.

 

El primero de los ataques fue cometido por dos individuos en un autobús, una novedad desde que se inició esta escalada de violencia, el 1 de octubre.

 

Este atentado avivará sin duda el recuerdo, en una ciudad ya muy nerviosa, de las intifadas de 1987 y 2000, cuando los transportes públicos se convirtieron en objetivos privilegiados de ataques.

 

Dos individuos subieron a bordo de un autobús de la línea 78 del barrio judío de Armon Hanatziv, en Jerusalén Este - parte palestina de la ciudad ocupada y anexada por Israel - y asesinaron a un hombre de 60 años, y a otro pasajero. Otras 10 personas resultaron heridas, según un portavoz de la policía, Micky Rosenfeld.

 

Según varios testimonios, uno de los atacantes utilizó un arma de fuego y el otro un cuchillo. Uno de los dos agresores fue abatido a tiros, y otro herido por la policía.

 

"Yo estaba en mi casa y escuché 20 ó 30 tiros intercambiados entre la policía y los terroristas", dijo un residente, que pidió no ser identificado.

 

Pocos minutos después, un hombre embistió con su automóvil una parada de autobús de un barrio ultraortodoxo de Jerusalén Oeste, mató a una persona e agredió a otras ocho. Luego el conductor salió del vehículo e intentó apuñalar a los peatones, pero fue herido de bala y detenido, dijo la policía.

 

Las fuerzas de seguridad no pudieron determinar si esos ataques fueron coordinados, e indicaron que sus tres autores eran originarios del barrio de Jabel Mukaber, en Jerusalén Este. 

 

"Día de la ira"

Entretanto, los palestinos llamaron a celebrar un "día de la ira" este martes, y los árabes israelíes convocaron a una huelga general en señal de solidaridad. 

 

Miles de personas de esa minoría israelí (17,5% de la población) se concentraron en Sajnin, norte de Israel, y sus líderes denunciaron la "incitación al odio" por parte del gobierno israelí.

 

También se produjeron nuevos enfrentamientos entre soldados israelíes y cientos de jóvenes que los apedreaban en Bet El, cerca de Ramala, en Qalandiya y en Belén. 

 

En Gaza, unos mil jóvenes lanzaron piedras y artefactos incendiarios contra el punto de acceso de Erez, una suerte de fortaleza israelí situada en la barrera de seguridad que rodea el territorio palestino. 

 

Un palestino murió en Belén, al sur de Jerusalén en la Cisjordania ocupada, en choques con el ejército israelí. 

 

Con la muerte de Moataz Zawahra, de 28 años, el balance de víctimas desde el inicio de la escalada de violencia el 1 de octubre, es de una treintena de palestinos y siete israelíes muertos.

 

Según un portavoz del ejército israelí, los soldados dispararon contra un hombre que estaba a punto de lanzar un cóctel molotov sobre un vehículo militar y que representaba una "amenaza inmediata".

 

Israel utilizará todos los medios

Netanyahu dijo ante el parlamento que si la situación se deteriora, considerará como responsable al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, a quien instó a pedir que cese la "incitación al odio" contra los israelíes. 

 

"Vamos a usar todos los medios a nuestro alcance", dijo el primer ministro, que anunció que su gobierno va a adoptar una serie de medidas adicionales. 

 

Los ataques con cuchillo son una de las principales formas de violencia de la actual escalada de enfrentamientos que comenzó en los territorios ocupados de Jerusalén Este y Cisjordania, antes de extenderse a la Franja de Gaza. 

 

Las autoridades israelíes y palestinas no consiguieron detener un movimiento de jóvenes frustrados por sus condiciones de vida bajo la ocupación israelí. 

 

"No hay fórmula mágica. Durante las dos precedentes intifadas, tardamos días, semanas e incluso años para conseguirlo. Espero que esta vez sea más rápido", declaró el ministro israelí de Energía, Yuval Steinitz, un viejo aliado del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.  

 

La violencia, que azota los territorios palestinos desde hace meses, se intensificó a partir del 1 de octubre, cuando presuntos miembros de Hamas mataron a tiros a una pareja de colonos judíos en Cisjordania, en presencia de sus hijos.

 

Estados Unidos condenó "en los términos más severos" estos nuevos ataques

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