04 sep 2015 , 12:27

Hungría refuerza sus leyes anti-inmigración por llegada masiva de refugiados

Debido a estas medidas, el estado ha recibido fuertes críticas de otros países de la UE.

El Parlamento húngaro reforzó este viernes su legislación anti-inmigración en respuesta a la llegada masiva de refugiados e inmigrantes que pasan por este país para llegar a Europa Occidental.

 

Propuesta por el gobierno del primer ministro populista Viktor Orban, la nueva legislación refuerza la posibilidad de desplegar al ejército en las fronteras y sanciona la inmigración ilegal con hasta tres años de prisión.

 

La nueva legislación, que fue adoptada de forma urgente con una mayoría de 140 votos contra 33, proclama el "estado de crisis", que precede al "estado de emergencia" y otorga más prerrogativas a los poderes públicos.

 

Con estas nuevas medidas Hungría podría condenar a penas de cárcel a las personas que intenten pasar la valla alambrada recientemente edificada en la frontera con Serbia.

 

"Una nueva era comenzará el 15 de septiembre", fecha en la que entrará en vigor la nueva legislación, declaró en un comunicado Orban, que reivindica el retorno a las prerrogativas nacionales en materia de inmigración en el seno de la Unión Europea.

 

"Si no protegemos nuestras fronteras, decenas de millones de migrantes seguirán viniendo a Europa" y un día "seremos una minoría en nuestro propio continente" dijo Orban.

 

Partidario de una línea dura en este caso, el dirigente reprochó a Alemania haber estimulado el fenómeno migratorio al flexibilizar su reglamentación, que el primer ministro húngaro asimila a una "falsa promesa" hecha a los migrantes.

 

"Alemania debería conceder visados, y entonces podríamos autorizarlos a dejar el país" precisa Orban en el comunicado.

 

Budapest suspendió el martes su tráfico ferroviario internacional.

 

Varios miles de migrantes, que desean llegar a los países ricos de Europa occidental, siguen bloqueados este viernes en las estaciones de Hungría, en particular en la de Budapest-Keleti.

 

Hungría se ha convertido en un lugar de tránsito de migrantes y sólo en el mes de agosto llegaron cerca de 50.000 con la intención de seguir hacia el norte, rumbo a Alemania y otros países de Europa occidental.

 

Hungría ve "inaceptable" las "duras críticas" de UE por gestión de refugiados

El ministro húngaro de Exteriores y Comercio, Péter Szijjártó, consideró "inaceptable" las críticas que otros países de la Unión Europea (UE) han hecho a Hungría por su gestión de la crisis migratoria y pidió más "unidad" entre estados miembros para hacer frente a la situación.

 

"Es muy inaceptable que recibamos críticas tan duras cuando cumplimos con las regulaciones europeas. Es muy injusto", afirmó Szijjártó a su llegada a una reunión informal de ministros comunitarios de Exteriores.

 

El responsable magiar aseguró que "estamos comprometidos a cumplir todas las regulaciones Schengen (zona de libre tránsito europea), a defender nuestras fronteras".

 

Szijjártó explicó que Hungría ha establecido "zonas de tránsito" donde los migrantes pueden solicitar asilo y donde las autoridades están "registrando" a todas estas personas.

 

En cambio, lamentó que muchas de ellas "no están cooperando con los agentes para cumplir las regulaciones de Dublín" y que incluso "están siendo muy agresivos".

 

"Tenemos que hacer una distinción clara entre migrantes económicos y refugiados (...) No vamos a aceptar a migrantes económicos", destacó.

 

Szijjártó dijo que "tenemos derecho a corregir noticias sobre Hungría" en relación con la gestión de los refugiados en la estación de trenes de Budapest, donde se han vivido momentos de tensión al tratar estas personas de subirse en convoyes con destino a Alemania y otros países europeos.

 

"Hungría garantiza el apoyo necesario a todos los migrantes que están en Hungría y están en los campos de refugiados, donde tienen agua y saneamiento", indicó.

 

"Pero una estación de tren no es un campo de refugiados, tienen que salir de allí e ir a las zonas donde tienen los suministros necesarios", continuó, y apuntó que, "para cumplir Schengen, hemos cancelado todos los trenes al oeste".

 

Indicó que "hemos defendido nuestra frontera y es lo que vamos a seguir haciendo".

 

"Europa es fuerte sólo si permanece unida. Por eso creo que es muy inapropiado que algunos políticos europeos estén jugando con otros", señaló el ministro húngaro.

 

Por su parte, el titular alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, afirmó que el reto que supone la crisis de los refugiados "ha aumentado y nos obligará durante meses a tomar decisiones difíciles. No vamos a solucionar si no dejamos de apuntar con el dedo".

 

Steinmeier pidió una política común europea para afrontar esta crisis y puso de ejemplo una propuesta conjunta de Alemania, Francia e Italia que refleja "cómo nos imaginamos solidaridad" y un "reparto más justo" de los refugiados.

 

En ello coincidió su homólogo austríaco, Sebastian Kurz, quien insistió en que "estamos en una situación muy difícil" que "requiere urgentemente una respuesta europea, porque sino cada vez más estados miembros intentarán tomar medidas individuales".

 

"Sólo podemos solucionar esto en común", dijo, y pidió "una base europea que no se limite a una medida única como reparto, sino que sea global".

 

Kurz indicó que Austria ha propuesto trabajar en cinco puntos: ayuda a los países de origen, más zonas de protección para los refugiados, mayor seguridad fronteriza, una mirada no sólo al Mediterráneo sino también a los Balcanes Occidentales y un reparto regulado de los refugiados.

 

También lamentó que a nivel europeo se piense en repartir fundamentalmente los refugiados desde Grecia o Italia cuando "nosotros tenemos diez veces más solicitudes de asilo" que esos dos países juntos, en comparación con su población.

 

"Por eso la cuota tiene que ser justa y no centrarse sólo en países de tránsito, sino también en los de destino", concluyó. 

Noticias
Recomendadas