02 sep 2015 , 10:44

Refugiados protestan frente a estación de tren en Budapest

Miles de personas huyen de países en conflicto, la mayoría de: Siria, Irak y Afganistán.

Un centenar de migrantes se manifestaron este miércoles frente a la principal estación de tren de Budapest, a la vez que la policía impedía a unos 2.000 subir a los trenes con destino a Austria y Alemania. Los manifestantes, cifrados entre 100 y 150, reclamaban poder partir a Alemania.

 

Paralelamente, unos 600 hombres, mujeres y niños, la mayoría originarios de Siria, Irak y Afganistán, se congregaron delante de la estación de Keleti, algunos de ellos sentados en el suelo, y otros 1.200 se reagruparon en el interior, en una "zona de tránsito".

 

Las autoridades evacuaron el martes la estación, después de que 500 refugiados e inmigrantes trataran de subir a bordo de un tren con destino a Viena. La estación reabrió, pero se prohibió el acceso a los inmigrantes, sin que se especificara durante cuánto tiempo.

 

La evacuación provocó el martes una manifestación espontánea de 200 personas frente a la estación gritando "¡Alemania, Alemania!", "¡Queremos partir!". 

 

 

Hungría recibió solamente durante el mes de agosto a 50.000 migrantes. El gobierno del primer ministro de derecha Viktor Orban dice aplicar las reglas de la UE que impiden dejar partir a los migrantes sin visado europeo.

 

Hungría levantó una valla de alambrada a lo largo de su frontera de 175 km con Serbia, sin lograr empero frenar el flujo de migrantes que llegan a Europa por Grecia y viajan a Hungría a través de los Balcanes.

 

 

Espacio  para refugiados en Budapest

La alcaldía de Budapest construirá una nueva "zona de tránsito" para los refugiados que llegan a la ciudad, en las cercanías de la estación de trenes Keleti, donde actualmente esperan más de mil inmigrantes para poder seguir su viaje hacia Occidente, informó el Ayuntamiento.

 

Este nuevo espacio podrá acoger a entre 800 y mil personas y garantizará servicios de salud, agua potable y carpas para dormir, "pero no será un campamento para refugiados", señaló la alcaldía en un comunicado.

 

Los gastos de esta zona alcanzarían los 1,2 millones de euros y se construirá en la calle Verseny de Budapest, cerca de la estación de trenes Keleti.

 

Esta estación es escenario de protestas en los últimos días por parte de centenares de refugiados que quieren seguir rumbo a Alemania, pero la policía les prohíbe acceder a la terminal.

 

El lunes las autoridades húngaras dejaron subir a trenes con destino a Viena y Múnich a más de 3.000 inmigrantes, por lo que muchos decidieron intentar seguir el mismo itinerario y compraron billetes para ello.

 

Este miércoles, 2 de agosto, centenares de refugiados protestaron ante la estación pidiendo que les autoricen partir hacia Alemania, sin que de momento se hayan producido incidentes.

 

La nueva zona anunciada por Budapest podría aliviar la situación en la estación Keleti, donde desde hace semanas viven centenares de refugiados, esperando poder seguir su viaje.

 

Las autoridades húngaras interceptaron en lo que va de año a más de 150.000 refugiados provenientes de países en conflicto, como Siria, Afganistán o Pakistán, y que en su gran mayoría quieren seguir hacia naciones más ricas de Europa. 

 

La masiva llegada a Viena

 

Un total de 3.650 migrantes llegaron en tren a Viena el lunes después de que las autoridades húngaras les dejaran salir de Budapest, pese a que muchos carecen de visados para la UE.

 

"Estamos todavía verificando cuántos de ellos son demandantes de asilo", dijo el portavoz de la policía, Patrick Maierhofer.

 

Hungría había impedido la partida de estos migrantes que se hallaban desde hacía muchos días en campos improvisados en las estaciones de Budapest, antes de dejarlos partir.

 

Muchos de los migrantes durmieron en la estación Westbahnhof de Viena, con la esperanza de continuar su viaje hasta Alemania, país que la semana pasada flexibilizó la concesión de asilo a los refugiados sirios.

 

Otros migrantes, la mayoría sin visados, subieron el lunes a un tren con destino a la ciudad austríaca de Salzburgo, mientras otros partían a Múnich, en el sureste de Alemania.

 

Europa hace frente a la mayor ola de inmigrantes y refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, con más de 300.000 llegados este año, muchos huyendo de la guerra, la persecución y la pobreza en Oriente Medio y África.

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