28 ago 2015 , 06:42

Venezuela exige a Colombia controles estrictos para reabrir la frontera

La tensión diplomática crece mientras miles de colombianos son deportados.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, apretó hoy más la tuerca a la crisis fronteriza con Colombia al afirmar que no reabrirá el paso hasta que el país vecino prohíba la venta de los productos venezolanos de contrabando, al tiempo que convocaba a consultas a su embajador en Bogotá.

 

Entretanto, las zonas limítrofes como la venezolana ciudad de San Antonio, al borde de la frontera con Colombia, que fue hasta hace poco un corredor por el que circulaban libremente de forma ilegal mercancías destinadas al contrabando, se ha quedado paralizada con el cierre de los cien kilómetros fronterizos.

 

Muchos de los comercios del poblado ubicado al extremo oeste de Venezuela permanecen cerrados en parte porque, según los habitantes, sus dueños son colombianos y quedaron varados al otro lado de la frontera.

 

Pocas tiendas se mantienen abiertas, la mayoría de ellas de alimentos o medicinas ante las que aguardan largas filas de venezolanos que desde la madrugada se forman para comprar los productos que estén disponibles.

 

Artículos de higiene personal, y algunos alimentos como el arroz, pastas, leche, o café, solo pueden encontrarse a través de revendedores clandestinos que ofertan el producto incluso por 30 veces su valor.

 

Mientras, Maduro concretó hoy sus condiciones para reabrir los cien kilómetros de frontera que están cerrados desde hace una semana. El mandatario exigió la prohibición de que se vendan en Colombia los productos venezolanos sacados de contrabando.

 

Asimismo, el gobernante pidió que se deje de "atacar el bolívar" desde la fronteriza ciudad colombiana de Cúcuta en la que operan casas de cambio y desde donde, aseguró, se promueve la devaluación de la moneda venezolana.

 

Los requisitos del jefe de Estado se dieron a conocer un día después de que las cancilleres de Venezuela, Delcy Rodríguez, y de Colombia, María Ángela Holguín, sostuvieran un encuentro en Cartagena en el que se manifestó el compromiso de las autoridades colombianas de trabajar con las venezolanas para demostrar que juntas pueden tener "una frontera de paz".

 

Rodríguez dijo hoy que durante esa reunión Venezuela solicitó a Colombia "derogar las normas que atacan" la moneda venezolana, "perturban" su economía y "legitiman el contrabando".

 

Holguín informó, tras el encuentro, que entre los problemas de la frontera que se resaltaron se ubican el contrabando y las bandas criminales que se dedican al narcotráfico y otras actividades ilegales que generan violencia en la región y que "afectan a los dos países por igual".

 

A la medida de cierre se sumó, dos días después, un decreto de estado de excepción en seis localidades limítrofes, lo que dio inicio a una deportación masiva de colombianos.

 

La Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas en Colombia (OCHA) informó hoy que 1.088 colombianos han sido deportados o repatriados desde Venezuela en los últimos seis días, un número que se da a conocer el día en el que el Gobierno venezolano inició un censo en la zona intervenida.

 

Maduro dijo hoy que a su par colombiano Juan Manuel Santos lo han engañado con falsas informaciones pues aseguró que ayer el presidente colombiano dijo desde Cúcuta "mentiras" sobre la situación en la zona.

 

Para el jefe de Estado venezolano, su homólogo colombiano "la embarró" con sus "falsas" declaraciones y aseguró que se lo puede demostrar con fotos, vídeos y testimonios.

 

Santos había dicho ayer que se sentía "indignado" con lo que está sucediendo con sus compatriotas deportados de Venezuela y aseguró que, como es su deber, los protegerá de "todo tipo de abusos".

 

El llamado a consultas de Maduro se realizó poco después de que Santos también convocara a su embajador en Venezuela, Ricardo Lozano, ante la negativa del Gobierno vecino de permitir la entrada al defensor del Pueblo colombiano, Jorge Armando Otálora, a ese país para tratar el tema de los deportados.

 

El anuncio del gobernante se hizo después de que se frustrara un encuentro en la frontera entre Otálora y el gobernador del estado venezolano del Táchira, José Vielma Mora, para "iniciar un proceso de verificación" de las propiedades que los deportados dejaron en ese país, según el defensor colombiano.

 

Vielma Mora por su parte, declaró hoy al canal estatal venezolano VTV que las deportaciones de colombianos que habitaban de manera ilegal en la zona concluyeron sin que se haya producido "ninguna violación de los derechos humanos".

 

La canciller venezolana insistió también en que el Gobierno de Maduro "garantiza el bienestar" de los millones de colombianos que viven en la nación petrolera, quienes, aseguró, llegaron a Venezuela porque "se les han negado sus derechos fundamentales" en su país.

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