03 ago 2015 , 11:22

El inédito plan de lucha contra el cambio climático que revelará Obama

Será la primera vez que un presidente de EE.UU. pondrá límites a las plantas energéticas.

El presidente Barack Obama revelará este lunes un ambicioso plan de lucha contra el cambio climático para limitar las emisiones de las centrales eléctricas de Estados Unidos, cuando faltan seis meses para la conferencia internacional sobre el clima en París.

 

La Casa Blanca divulgará la última versión de su plan de energía limpia (America's Clean Power Plan), una serie de reglamentaciones ambientales destinadas a limitar por primera vez las emisiones de carbono de las centrales eléctricas estadounidenses.

 

Al delinear de qué maneras el cambio climático es una amenaza para la economía, la salud, el bienestar y la seguridad de Estados Unidos, Obama señaló en un video emitido el domingo que "el cambio climático ya no es un problema de las siguientes generaciones. Ya no".

 

 

"Las plantas de energía son la única y más dañina fuente de contaminación de carbono que contribuye al cambio climático", contó el mandatario, quien hizo de la batalla contra el calentamiento global una de sus principales promesas de campaña en 2008. Además indicó que si no se imponen limitaciones, "la plantas energéticas existentes pueden seguir emitiendo semanalmente cantidades ilimitadas de contaminación dañina".

 

 

"Por el bien de nuestros hijos"

Las plantas de generación de energía eléctrica son responsables de cerca del 40% de las emisiones de dióxido de carbono de Estados Unidos, el principal gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático.

 

"Por el bien de nuestros hijos, por la salud y la seguridad de todos los estadounidenses, eso está a punto de cambiar", sentenció Obama.

 

En los próximos meses, se espera que el presidente estadounidense visite Alaska para reclacar el impacto del cambio climático, en tanto en septiembre recibirá al papa Francisco en la Casa Blanca, donde se espera que hagan un llamado a la acción.

 

 

Obama, a quien le queda un año y medio de mandato, argumentó que el plan llevará en el futuro a un descenso en las tarifas de energía que pagan los estadounidenses, a un aumento en la creación de empleos en el sector de las energías renovables, así como a servicios energéticos más confiables.

 

Ante la conferencia mundial sobre el clima de la ONU que se realizará en París en diciembre, Obama indicó que tanto Estados Unidos como el resto de los países del mundo necesitan actuar ahora para salvar al planeta.

 

Políticamente sensible

El nuevo plan fija en 32% la meta de reducción de las emisiones de carbono de las plantas de generación eléctrica para 2030, en relación a los niveles de 2005, indicó el diario The Washington Post.

 

No obstante, estos anuncios enfrenten una virulenta oposición de varios frentes, incluyendo los rivales políticos de Obama y el sector industrial, así como posibles desafíos legales.

 

Los republicanos calificaron de "excesivos" los planes de Obama, y el titular del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, advirtió que las medidas tendrán "devastadoras consecuencias para nuestra economía".

 

De su lado, la coalición estadounidense de energía a carbón limpia, un grupo de presión, prevé emprender acciones judiciales al considerar que Obama "impulsa un plan ilegal que aumentará los costos de la electricidad y dejará a la gente sin trabajo".

 

El cambio climático es un tema caliente en la política estadounidense, y los recortes de las emisiones son políticamente sensibles debido a que el carbón, una de las fuentes energéticas más sucias, sigue siendo una de las principales industrias estadounidenses. 

 

Aún cuando el gas natural gana popularidad, cientos de plantas alimentadas a carbón proporcionan cerca del 37% de la energía eléctrica en todo el país, por encima del gas natural y la energía nuclear.

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