30 jul 2015 , 11:26

OEA se presta a apoyar diálogo de Repúbilca Dominicana y Haití

Luis Almagro presentó su oferta a causa de la crisis migratoria en ambos países.

La OEA se ofreció ayer a facilitar un diálogo entre la República Dominicana y Haití por la crisis migratoria entre ambos países, al alertar sobre la existencia de desplazados "en condiciones precarias" y de que hay personas "en riesgo de no contar con ninguna nacionalidad reconocida".

 

La oferta la hizo el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, al presentar en una sesión del Consejo Permanente el informe con observaciones y recomendaciones elaborado por la misión del organismo que visitó la República Dominicana y Haití este mes.

 

Los miembros de esa misión se entrevistaron con autoridades gubernamentales, actores de la sociedad civil, empresarios, inmigrantes y representantes de organismos involucrados en el Plan de Regularización de Extranjeros desarrollado por el Gobierno dominicano, origen de la actual crisis.

 

El informe elaborado tras esa visita recomienda que la OEA "facilite" el diálogo entre los dos países y que se organice un encuentro bilateral en el lugar más apropiado y aceptado por ambas partes", sin fijar plazos.

 

En el capítulo de observaciones, la misión de la OEA reconoce la existencia de desplazados que "sobreviven en condiciones precarias" a causa de la crisis migratoria, aunque no da cifras, y alerta también de que hay personas "en riesgo de no contar con ninguna nacionalidad reconocida".

 

Ese mismo riesgo fue subrayado tras la sesión del Consejo Permanente por el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Emilio Álvarez Icaza.

 

Álvarez Icaza declaró a los periodistas que para la CIDH es "importante" evitar que haya personas que se conviertan en apátridas por ser rechazadas por Haití y "no reconocidas" por la República Dominicana.

 

"Haití ha manifestado que no recibirá a personas no nacidas en Haití" y ese "es uno de los temas más críticos", sostuvo Álvarez Icaza al adelantar que antes de final de año la CIDH publicará el informe de la visita que una misión de la entidad realizó a la República Dominicana en 2013.

 

Esa visita se produjo después de una polémica sentencia del Tribunal Constitucional dominicano que negó la nacionalidad a los descendientes de indocumentados nacidos en su territorio, la mayoría de ellos haitianos.

 

Tras la condena internacional que suscitó esa sentencia, el Gobierno dominicano lanzó el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, cuyo plazo concluyó el pasado 17 de junio y al que se acogieron más de 288.000 personas.

 

Ese plan migratorio ha suscitado críticas a nivel internacional tanto de gobiernos como de entidades de defensa de los derechos humanos, que temen que decenas de miles de personas de origen haitiano que nacieron en la República Dominicana se queden apátridas al no ser reconocidas por ninguno de los dos países, que comparten la isla caribeña La Española.

 

El informe presentado hoy por la OEA reconoce que la República Dominicana "tiene el derecho, como país soberano, de establecer e implementar su propia política migratoria".

 

A la vez, las autoridades de Haití "reconocen este derecho pero señalan que cualquier traslado de personas debe llevarse a cabo según los estándares internacionales previamente establecidos y consensuados", según recoge el informe.

 

Entre las recomendaciones de la misión figura, además de la oferta de la OEA para facilitar un diálogo bilateral, "establecer un mecanismo de entendimiento que permita el traslado de personas entre ambos países y buscar formas para ayudar a los desplazados, "en particular los más vulnerables".

 

Tras la presentación realizada por Almagro, el representante permanente de la República Dominicana ante la OEA, Pedro Vergés, dijo que el Gobierno de su país agradece el informe elaborado por la misión del organismo y agregó que "procederá a estudiarlo a fondo".

 

Por su parte, el representante de Haití, Bocchit Edmond, reiteró la voluntad de diálogo del Gobierno haitiano y de trabajar para "ordenar mejor" el proceso de repatriación de personas desde el país vecino.

 

Tras la visita de la misión de la OEA las tensiones se han incrementado, tanto por las reiteradas críticas de las autoridades haitianas a la política migratoria dominicana como por unas declaraciones recientes de Almagro.

 

En una entrevista con CNN en Español, Almagro señaló en referencia a La Española: "Es una isla. Generalmente cuando es una isla no hay dos países, hay un solo país aunque sea una isla grande como Australia. Esta es una isla pequeña con dos países, con realidades sociales muy diferentes, con realidades económicas muy diferentes, con realidades políticas muy diferentes".

 

Sus afirmaciones generaron muchas críticas en diversos sectores de la sociedad dominicana, que han manifestado su falta de confianza en la imparcialidad del secretario general de la OEA en este asunto.

 

Almagro, que hoy no habló con los periodistas tras la sesión del Consejo Permanente, tuvo que aclarar después que nunca quiso insinuar la posibilidad de una unificación de la República Dominicana y Haití, algo que interpretaron algunos políticos y medios dominicanos.

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