03 jul 2015 , 11:53

Trump enfrenta el poder de los hispanos tras comentarios xenófobos

El magnate Donald Trump encara las consecuencias de haber ofendido a los hispanos en EE.UU

El precandidato republicano y magnate Donald Trump encara las consecuencias de haber ofendido a los hispanos en Estados Unidos, una comunidad no solo cotizada por su multimillonario poder adquisitivo sino por su creciente influencia electoral de cara a las presidenciales de 2016.

 

El boicot contra el imperio de Trump ha crecido desde que el pasado 16 de junio realizó polémicos comentarios sobre la comunidad inmigrante, especialmente los mexicanos, durante su anuncio de candidatura a las primarias del Partido Republicano.

 

La cadena hispana Univision fue la primera en castigar a la Trump Organization, al dejarla sin las transmisiones de sus populares certámenes de belleza, y le siguieron NBC y Telemundo, la cadena de tiendas Macy's y hasta el fabricante de colchones Serta, que no renovará el contrato con el multimillonario inmobiliario.

 

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"Que las corporaciones de Estados Unidos, que siempre tienen influencia con el Partido Republicano, hayan hecho eso, demuestra la importancia tan potente del consumidor y el voto latino, y eso envía un mensaje contundente que nosotros como políticos y activistas hispanos no hubiéramos logrado", declaró Estuardo Rodríguez, director de la organización Amigos del Museo Latinoamericano.

 

Políticos, artistas, músicos, presentadores, periodistas y activistas se han unido para deplorar y apartarse por "razones éticas" de los negocios del ahora "enemigo numero uno de los hispanos", tras su descripción de los inmigrantes mexicanos como "violadores" y "narcotraficantes".

 

Esta ola de deserciones ha dejado a Miss USA sin algunos de sus cantantes, presentadores y jurados, a las camisas de Donald Trump amenazadas con terminar en la pila de los descuentos en Macy's y al campo de golf de Crandon Park en Miami más lejos de los intereses del magnate inmobiliario.

 

La reacción, sin embargo, no ha sorprendido a la comunidad hispana, consciente de su poder adquisitivo, que supera los 1,5 billones de dólares, y también del electoral, que será decisivo para la elecciones presidenciales de 2016, como lo fue en los comicios que eligieron al presidente Barack Obama en 2008 y 2012.

 

La actriz de origen hondureño América Ferrera, famosa por su papel de "Ugly Betty", se lo recordó hoy a Trump en una carta abierta en la que le dice que ningún candidato, especialmente aquellos con una "retórica de odio contra los inmigrantes", puede ganar las elecciones sin los latinos, que se prevé llevarán unos 16 millones de votantes a las urnas en 2016.

 

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La comunidad hispana en Estados Unidos, de unos 54 millones en 2013, no solo representa más del 17 % del total de la población, sino que es una comunidad más joven y laboralmente activa, con una edad media de 27 años, frente a los 42 años del resto de la población.

 

"Hay una gran cantidad de estadounidenses que son latinos y tienen el derecho a votar. Y no nos vamos a ir a ninguna parte", le respondió Ferrera a Trump.

 

Se prevé que unos 28,2 millones de hispanos serán aptos para votar en 2016, un aumento de alrededor del 17 % con respecto a los comicios de 2012, según el centro de estudios políticos Center for American Progress.

 

Sin embargo, políticamente, los insultos de Trump lo tienen de segundo en la mayoría de las encuestas de los aspirantes republicanos, que lidera Jeb Bush, hecho que además tiene confundida y preocupada a la prensa estadounidense que considera una "payasada" su candidatura.

 

Al contrario que la mayoría de los ya catorce aspirantes republicanos, que miden meticulosamente sus palabras en temas migratorios y no se arriesgan a precisar sus políticas, más allá de la de "asegurar la frontera", cada vez que Trump abre la boca aviva más el fuego antiinmigrante.

 

Es además un discurso que tiene eco entre los votantes más radicales y conservadores, entre ellos los del Tea Party, que, como el senador y candidato presidencial Ted Cruz, apoyan las palabras del magnate de la construcción.

 

"No creo que uno deba disculparse por hablar en contra del problema de la inmigración ilegal", dijo esta semana Cruz, uno de los dos precandidatos republicanos de origen hispano, junto con el cubanoamericano Marco Rubio.

 

Mientras, los otros contendientes republicanos, también han enfrentado la presión de la prensa que ha pedido que se pronuncien sobre los insultos de Trump contra los inmigrantes, los mexicanos y los latinoamericanos en general.

 

"No estoy de acuerdo con sus palabras. No representan los valores del Partido Republicano y no representan mis valores... el hombre está equivocado", dijo por su parte Jeb Bush, mientras los otros aspirantes permanecen en silencio.

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