02 jun 2015 , 04:40

Mursi tendrá que esperar dos semanas más para saber si es condenado a muerte

El juez Shaaban al Shami no se pronunció respecto a esta sentencia, vinculada con la fuga

El expresidente egipcio Mohamed Mursi tendrá que esperar dos semanas más para conocer si es condenado a muerte de manera definitiva por el Tribunal Penal de El Cairo, que aplazó su decisión sobre la pena capital provisional que emitió contra el exmandatario el pasado 16 de mayo.

 

De esta forma, el juez Shaaban al Shami no se pronunció respecto a esta sentencia, relacionada con la huida de Mursi de la cárcel de Wadi Natrun, localizada a las afueras de El Cairo, durante la revolución que en 2011 derrocó al entonces presidente Hosni Mubarak.

 

En una breve sesión, el magistrado aseguró que dado que la corte recibió hoy la opinión no vinculante del gran muftí de Egipto, Shauqi Alam, máxima autoridad religiosa musulmana, necesita hasta el próximo 16 de este mes para "completar las deliberaciones".

 

En Egipto, los expedientes de las condenas a muerte se envían provisionalmente a ese líder religioso, que emite un dictamen que no es de obligado cumplimiento, pero que sí puede influir en la opinión definitiva del tribunal.

 

Lea además: Los Hermanos Musulmanes califican de "nula" la condena de 20 años a Mursi

 

También tendrán que esperar la confirmación de la pena de muerte 107 de los otros 128 acusados en este caso, la mayoría juzgados en rebeldía, entre los que se encuentran varios dirigentes islamistas, como el líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía; el "número dos" de la organización, Jairat al Shater; y su hijo.

 

Asimismo, el tribunal pospuso hasta la misma fecha el fallo contra el exmandatario en otra causa en la que se le procesa por espionaje y colaboración con el movimiento islamista palestino Hamás, en la que todavía no ha sido sentenciado.

En este proceso, el pasado 16 de mayo, sí fueron condenados a muerte de manera provisional 16 de los 35 acusados, entre ellos Badía y otros líderes islamistas.

 

En la próxima sesión se espera también la pronunciación de las penas de prisión o las absoluciones contra el resto de los acusados, que, como todos los procesados, deberán aguardar en la cárcel la resolución de sus causas.

 

Lea también: Condenan a cadena perpetua a líder de los Hermanos Musulmanes

 

La sesión se celebró en la Academia de la Policía, en el acomodado barrio de Al Tagamu al Jamis, bajo grandes medidas de seguridad y en una sala llena de responsables de diferentes cuerpos policiales.

 

En el tribunal, encerrados en jaulas de metal y aislados mediante un cristal, los acusados, incluido Mursi, saludaban a los abogados mostrando consignas islamistas y el símbolo de la victoria con sus manos, mientras gritaban eslóganes que no podían oirse en el resto de la sala.

 

El abogado de la defensa, Samir Mahfud, que estuvo presente en la sesión, explicó que el aplazamiento se debió a que el juez obtuvo la opinión del muftí esta mañana y no dispuso de tiempo suficiente para estudiarla.

 

El dictamen del líder musulmán es secreto, pero Mahfud dijo haber podido saber que esta autoridad religiosa ni rechazó ni aprobó las condenas a muerte, sino que dejó en manos del tribunal la decisión.

 

Además, el letrado se mostró optimista y opinó que la corte sustituirá la pena de muerte por una condena menor.

 

Asimismo, el abogado calificó los procesos contra Mursi de "nulos" porque, consideró, no respetaron los procedimientos especiales establecidos por las leyes egipcias "para juzgar al presidente de la República", y recalcó que el exmandatario islamista "no reconoce el juicio".

 

Los detenidos aparecieron vestidos de tres colores: el blanco para los que todavía no fueron condenados en ningún caso; el azul para los que fueron castigados con penas de prisión en otros casos; y el rojo para los que fueron condenados a muerte, como Badía.

 

Mursi ya fue sentenciado en abril a 20 años de cárcel por el uso de violencia durante unos disturbios ocurridos en las cercanías del Palacio Presidencial de Itihadiya, en El Cairo, en diciembre de 2012.

 

El exmandatario, destituido el 3 de julio de 2013, tiene además otros casos abiertos en los que está acusado de insultar a la judicatura y entregar información clasificada a países y organizaciones extranjeras.

Noticias
Recomendadas