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Según cifras oficiales, la capital es la ciudad donde se redujeron más plazas de empleo.
El anuncio de empleo de una empresa constructora en Quito congregó a miles de personas. Las columnas eran interminables, en un solo día, alrededor de 5.000 postularon para una vacante de 300.
Hay quienes corrían para alcanzar un lugar en la fila que se formó en uno de los campamentos de una constructora, en la parroquia Pifo, al nororiente de la capital.
Son el reflejo de la falta de empleo en Ecuador. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Inec), de la Población Económicamente Activa (PEA), 3'123.000 personas cuentan con un empleo adecuado, pero 5,1 millones (casi el doble) no lo tienen.
La falta de empleo no solo afecta a quienes tienen más de 40 o 50 años, cientos de jóvenes recién graduados del colegio también acudieron a dejar su carpeta.
Con el pasar de las horas, el número de personas desempleadas que hacía fila iba en aumento, al punto de que varios taxis y camionetas se apostaron en el sitio, para dar el servicio de transporte.
El empleo formal, agrega el Inec, se redujo en actividades como comercio, manufactura, agricultura y ganadería; administración pública y construcción.
Quito es la ciudad en la que -según cifras oficiales- en la que más se redujeron plazas de trabajo en el último año. A junio de 2019, el empleo adecuado pasó del 59,1% al 55,2%; mientras el subempleo subió del 9,9% al 14,3%, con respecto al mismo mes de 2018.
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