27 ene 2015 , 10:52

Memorias del holocausto judío en la casa Trude Sojka

Trude Sojka fue una checa que sobrevivió al campo de concentración en Auschwitz.

El holocausto judío, conocido en hebreo como "Shoá", es quizá uno de los episodios más duros que ha marcado la historia reciente de la humanidad.

 

Seis millones de personas murieron, pero, algunos sobrevivieron y por distintos motivos, llegaron hasta Ecuador entre ellos, Trude Sojka.

 

Trude Sojka fue una pintora y escultora checa que sobrevivió al holocausto y que luego de la guerra, llegó a Ecuador. Ella falleció en 2007 y su familia decidió que su memoria no debía morir y por eso hicieron de la casa en que vivía un espacio para sus obras.

 

Ana Steinitz, hija de la afamada artista, relata la terrible historia que tuvo que vivir su madre en Europa. 

 

“Mi madre vivía en Praga en 1944, cuando llegaron los alemanes y tomaron como prisioneros a toda la familia y los llevaron a los campos de concentración. Ella vio morir a su hermana, a su madre y a su sobrino”, explica Steinitz.

 

A Trude no conversaba abiertamente sobre su experiencia en el campo de concentración de Auschwitz, en Polonia, sin embargo, dejó sus vivencias en sus obras de arte.

 

¿Cuál fue una de las experiencias más duras que vivió Trude?

 

Mi madre estuvo embarazada en el campo de concentración, dio a luz ahí, luego su hija murió.
 

 

¿Cuáles son las obras más representativas de Trude Sojka que muestran el holocausto?

 

Una de ellas  es "La Reconciliación" que representa la reconciliación de Trude con la vida, muestra un abrazo.
 

 

Además, entre las obras de Sojka está un cuadro, que muestra a mujeres caminando hacia las cámaras de gas o una escultura denominada "plegaria" que es un homenaje a las víctimas de genocidio. 

 

Mientras vivía en Ecuador, el miedo persistía, por eso Trude construyó un cuarto secreto en su hogar. Actualmente, en este lugar se exhiben fotografías del holocausto.

 

Durante la Segunda Guerra Mundial, seis millones de personas fueron exterminadas por el regimen nazi, pese a que la obra de Sojka refleja angustia y violencia, es para las nuevas generaciones un ejemplo de tenacidad y esperanza.

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