27 nov 2014 , 09:58

El consumismo de la Navidad y los niños

Al dar en exceso, también corren el riesgo de convertir a sus hijos en adultos irresponsables.

El consumismo es parte de la vida, lamentablemente los medios envían el mensaje equívoco que necesitamos tener más para estar satisfechos. La publicidad cumple su propósito, y muchos caen en la trampa del marketing. Como consecuencia, una de las problemáticas actuales es la del consumo excesivo. Muchos padres cometen el error de dar en exceso a sus hijos causando que los hijos pidan y exijan cada vez más.  Así los deseos de los niños se transforman en necesidades.

 

La falsa creencia de que no se puede prescindir de ciertas cosas, puede generar frustraciones, y en extremos hasta depresión, y angustia. Los padres que dan en demasía a sus hijos, en muchos casos, llevan a creer que mientras más se tiene, mejor se es, y  que la felicidad depende de cuánto poseen, construyendo a largo plazo un sentido falso de autoestima. 

 

 

 

Al dar en exceso, también corren el riesgo de convertir a sus hijos en  adultos irresponsables, quienes no verán la necesidad de esforzarse para conseguir lo que deseen. Independientemente de la situación económica familiar, lo ideal es que sus hijos crezcan con una perspectiva realista de la vida, y que se les transmitan principios que los lleven a valorar lo que tienen, y sobre todo a ser agradecidos. 

 

¿Por qué damos tanto?

En algunos casos lo que moviliza a los adultos a dar en exceso, es la culpa. En la actualidad muchos padres trabajan y por compensar el poco tiempo y la poca atención dedicada a sus hijos buscan hacerlos felices con bienes materiales. 

 

Por otro lado, muchos padres han caído en esta necesidad, sintiendo insatisfacción inmediata porque nunca tendrán lo que consideran suficiente, incluso muchos llegan al extremo de competir con otros adultos, para ver quien tiene más y mejores cosas. Considerando que más poderosas son las acciones, que las palabras, sus hijos estarán aprendiendo exactamente lo mismo.  

 

 

 

 

Consumismo y Navidad

Sin lugar a duda Navidad es una época en que los medios bombardean con publicidades que invitan a los niños a querer más regalos. Converse con anticipación con sus hijos sobre el verdadero significado de la navidad. Si desea que sea una época en donde se viva la gratitud, la compasión y otros valores, entonces todo dependerá de la actitud de los padres y otros familiares.  Los niños vivirán esa experiencia de acuerdo a lo que los adultos cercanos le transmitan. 

 

Consumir no es malo, lo que no es correcto es consumir desmedidamente. Tome conciencia de cuáles son sus verdaderas necesidades y no olvide que con criterio puede enseñar a sus hijos a consumir con responsabilidad. La felicidad depende de la actitud que una persona tenga con respecto a la vida, no de la cantidad de bienes materiales que uno tiene.

 

 

 

 

Deténganse por un momento y piense, qué desea cultivar en sus hijos. Si su respuesta es, cualidades de vida, como gratitud, responsabilidad, humildad, entre otras, aproveche la oportunidad para darles ese regalo. Cuando recordamos a las personas que han sido las más significativas en nuestras vidas, no las recordamos por la cantidad de regalos que nos han dado, sino por su actitud y acciones hacia nosotros.

 

Karina Bustamante de Huerta

Psicóloga Clínica

Psicoterapeuta TREC y TCC

Entrenadora Certificada de Disciplina Positiva para Padres y Educadores

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