Establecen cerco epidemiológico en Loja tras primer caso de Chikungunya

Tras el anuncio de que el virus del Chikungunya ya está en Ecuador,  las autoridades de salud ponen en marcha cercos epidemiológicos en Loja para evitar la propagación de la enfermedad.

En la provincia fronteriza se registró el primer caso del virus de Chikungunya. Se trata de una mujer de 41 años quien llegó desde Venezuela. La paciente permaneció en el hospital Isidro Ayora, donde le tomaron muestras que fueron enviadas a un laboratorio de Guayaquil. El resultado fue positivo.

Juan Carlos Ramón, coordinador zonal de Salud, explica los síntomas que presentó la paciente: “Presenta fiebre repentina, superior a los 38,5° de temperatura, dolor muscular, malestar general, dolor de cabeza, nauseas y vómitos, por lo que ella decide acudir al hospital”.

La mujer ya se encuentra en su casa y en dos días mas podrá volver a  su vida normal, pero no podrá salir del país. “Ella ha entendido, es una persona muy consciente ventajosamente, ha aceptado estar en su casa y no salir de la ciudad de Loja hasta que termine su periodo de transmisibilidad”, añadió el funcionario.

Hasta el lunes se realizará el cerco epidemiológico en el barrio de la ciudad de Loja donde vive la persona infectada.  

El director de Salud de la zona 7 dice que es poco probable que el virus se expanda porque es de zona tropical: “Sabemos que el vector solamente puede vivir hasta los 1.200 metros y nosotros en Loja superamos los 2.300 metros”.

Sin embargo, se toman precauciones ya que una de las formas de transmisión de la Chikungunya es cuando el mosquito pica a una persona contagiada, este se lleva el virus y lo transmite a otra persona al momento de picarle.

La fiebre de la Chikungunya, al igual que el dengue, es ocasionada por la picadura del mosquito Aedes Aegypti. Para emprender su proceso de incubación el mosquito solo necesita agua limpia. 

En la actualidad no existe un tratamiento para esta enfermedad. El mosquito tiene un periodo de vida de entre tres y cuatro semanas y tras la picadura, los síntomas pueden tardar hasta ocho días en aparecer.