Se aplazó por 90 días la eliminación de la central de riesgos

Emilio Carrión pagó con una tarjeta de crédito dos café y dos humitas, y lo llevó por más de seis meses a la central de riesgos.

Fueron 7 dólares. Primera y única vez que usó esa tarjeta, nunca le llegó el estado de cuenta, durante cinco meses se acercó a preguntar y le dijeron que no debía nada.

Al siguiente año al tratar de comprar un carro recibió la noticia, estaba en la central de riesgo.

Casos como el de Emilio motivó la creación de la Ley Derogatoria de Burós Crediticios y al Sistema de Información de Registro de Datos.

Un nombre largo pero que contiene cambios importantes.

La ley contempla que los reportes de información crediticia o lo que conocemos como central de riesgos no serán vinculantes para ninguna institución.

Sin embargo, para el analista económico Alberto Acosta Burneo, en esencia la central de riesgos no se elimina sólo cambia de nombre, pues se debe seguir llevando un registro del historial crediticio de los ecuatorianos.

Y es que ese tipo de información es necesaria para entidades financieras al momento de otorgar un crédito asegura César Robalino, representante de la asociación de bancos privados.

Lo que sí cambia es que el sistema excluirá de la central de riesgos a quienes adeuden valores inferiores a 47 dólares.

La aplicación de esta ley debería regir desde el tres de diciembre, pero se prorrogó hasta marzo de 2014, donde toda la información de los usuarios del sistema financiero estarán en un sólo sitio informático.